cómo saber si sufro de ansiedad
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¿Cómo saber si sufro de ansiedad? Una guía elemental

¿Cómo saber si sufro de ansiedad?

Vivimos en un mundo que no se detiene. Las exigencias diarias, las noticias constantes, las comparaciones sociales y la incertidumbre del futuro pueden convertirse en fuentes inagotables de preocupación. Pero ¿cuándo la preocupación deja de ser normal y se transforma en un problema de salud mental? Esta es la pregunta clave: ¿cómo saber si sufro de ansiedad?

En este artículo encontrarás una guía completa y práctica para identificar si los síntomas que experimentas corresponden a un trastorno de ansiedad, cómo se manifiestan desde la perspectiva cognitivo-conductual y qué hacer para abordarlos de manera efectiva.

cómo saber si sufro de ansiedad
cómo saber si sufro de ansiedad

¿Qué es la ansiedad y por qué se vuelve un problema?

La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo y la mente ante una amenaza percibida.

Nos permite prepararnos para enfrentar situaciones difíciles, tomar decisiones rápidas o protegernos del peligro.

Sin embargo, cuando esta respuesta se activa sin que haya un riesgo real, o se mantiene encendida por mucho tiempo, puede convertirse en una carga emocional que interfiere con la vida diaria. En ese momento hablamos de un trastorno de ansiedad.

Desde el enfoque cognitivo-conductual, la ansiedad no es solo un sentimiento, sino un conjunto de pensamientos, emociones, conductas y reacciones fisiológicas que interactúan entre sí y se retroalimentan.

¿Cómo saber si sufro de ansiedad? 7 señales clave

Sospechar que puedes estar sufriendo de ansiedad es el primer paso para abordarla.

Aquí te comparto los signos más comunes, validados clínicamente, que podrían indicar que estás experimentando más que solo “estrés”:

1. Preocupaciones constantes y difíciles de controlar

¿Sientes que tu mente no se apaga nunca?

Las personas con ansiedad suelen tener una rumiación persistente sobre temas cotidianos: la salud, el trabajo, la familia, errores del pasado o eventos futuros.

Estas preocupaciones no se calman con lógica o distracción, y aparecen incluso en momentos tranquilos.

2. Síntomas físicos recurrentes sin causa médica aparente

La ansiedad no vive solo en la mente.

A menudo se manifiesta en el cuerpo, con síntomas como:

Si has descartado causas médicas y estos síntomas persisten, la ansiedad puede estar detrás; Recuerda, existe una biología de la ansiedad.

3. Irritabilidad o tensión emocional constante

La ansiedad a menudo se esconde detrás de una fachada de mal humor, impaciencia o intolerancia.

Si te sientes a la defensiva, con poca tolerancia a la frustración o fácilmente desbordado, puede ser una señal de un sistema nervioso sobreestimulado.

4. Evitas situaciones por miedo o incomodidad

Una señal clara desde la perspectiva conductual: cuando empiezas a evitar lugares, personas o actividades que antes eran normales por miedo a “sentirte mal”, podrías estar entrando en un ciclo de evitación ansiosa.

Ejemplos:

  • Evitas reuniones sociales por temor a hacer el ridículo.
  • No sales solo por miedo a tener una crisis.
  • Evitas hablar en público por temor a equivocarte.
  • Cambias tu rutina para sentir “más control”.

5. Necesidad excesiva de certeza o control

¿Te cuesta delegar? ¿no sabes cómo dejar de comer por ansiedad?

¿Revisas varias veces si cerraste la puerta o enviaste bien un correo?

¿Buscas constantemente asegurarte de que “todo está bien”?

Estas conductas son intentos de reducir la incertidumbre, un rasgo muy común en personas con ansiedad.

6. Dificultad para concentrarte o tomar decisiones

La ansiedad activa el “modo amenaza” del cerebro, dificultando el acceso a funciones ejecutivas como la concentración, la memoria o la planificación.

Puede sentirse como tener la mente nublada o estar “desconectado”.

7. Te sientes constantemente al borde del colapso

Quizás no tengas una crisis de pánico visible, pero tu sensación de fondo es que “algo está por salir mal”, “no vas a poder con todo” o “estás a punto de desmoronarte”.

Esta es una señal subjetiva muy importante de ansiedad crónica.

¿Cómo saber si es ansiedad y no otra cosa?

Muchas personas confunden la ansiedad con otros problemas emocionales o físicos.

A continuación, algunas diferencias clave entre depresión y ansiedad:

SíntomaAnsiedadDepresiónTrastorno físico
Emoción principalMiedo o preocupaciónTristeza o vacíoDolor o disfunción específica
Ritmo del pensamientoAcelerado, catastróficoLento, negativo, desesperanzadoVariable según el sistema afectado
EnergíaHiperactivación o agotamiento nerviosoFatiga extrema y desmotivaciónCansancio físico localizado
ConductaEvitación o hipercontrolAislamiento, inhibiciónReducción por malestar físico
Respuesta al estrésExacerba los síntomasAumenta la pasividadPuede no cambiar

Por eso es importante una evaluación profesional, como agendar una atención psicológica online.

No todo malestar es ansiedad, pero la ansiedad puede disfrazarse de muchas formas ya que existen diversos tipos de ansiedad.

¿Cómo se diagnostica un trastorno de ansiedad?

El diagnóstico debe ser realizado por un psicólogo o psiquiatra.

Se utilizan entrevistas clínicas estructuradas y criterios del DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) o de la CIE-11 (Clasificación Internacional de Enfermedades).

Los criterios incluyen:

  • Síntomas presentes la mayor parte del tiempo durante al menos 6 meses
  • Interferencia significativa en áreas de la vida (trabajo, relaciones, autocuidado)
  • No atribuible a otra condición médica o sustancia
  • No mejor explicado por otro trastorno mental

Desde la psicología cognitivo-conductual se realiza además una evaluación funcional, que explora cómo los síntomas se mantienen a través de pensamientos, emociones, conductas y consecuencias.

¿Qué causa la ansiedad?

No hay una única causa, pero sí múltiples factores que se combinan:

  • Biológicos: predisposición genética, hipersensibilidad al estrés.
  • Psicológicos: estilo de pensamiento negativo, baja tolerancia a la incertidumbre, esquemas rígidos, estilo de apego ansioso.
  • Aprendizaje: modelado de cuidadores ansiosos, refuerzo de conductas de evitación.
  • Contexto: situaciones traumáticas, inseguridad económica, problemas familiares o laborales.

El enfoque cognitivo-conductual no busca tanto el “por qué” como el “cómo se mantiene”.

Es decir, ¿qué haces o piensas actualmente que sin querer refuerza tu ansiedad?

¿Qué hacer si creo que sufro de ansiedad?

Si al leer esto sientes que varias señales te representan, aquí algunos pasos iniciales que puedes tomar:

1. No lo minimices ni lo normalices

Sentirse mal todo el tiempo no es normal.

La ansiedad puede tratarse y mejorar. Evita frases como “ya se me va a pasar” o “todos estamos así”.

2. Busca ayuda profesional

Un psicólogo clínico con enfoque cognitivo-conductual puede ayudarte a identificar el problema, entender sus mecanismos y construir herramientas para afrontarlo. Cuanto antes busques ayuda, más sencillo será el proceso.

3. Comienza a registrar tus síntomas

Llevar un diario de ansiedad te permite detectar patrones. Anota:

  • Situación
  • Pensamiento
  • Emoción
  • Síntoma físico
  • Respuesta conductual

Esto se convierte en la base para intervenir más adelante.

4. Practica técnicas de regulación

Existen herramientas sencillas que puedes empezar a practicar:

  • Respiración diafragmática
  • Relajación muscular progresiva
  • Mindfulness básico
  • Autoafirmaciones racionales

Estas no resuelven el fondo del problema, pero ayudan a reducir el malestar inmediato.

Sugerencias para el lector

Si te preguntas “cómo saber si sufro de ansiedad”, te invito a:

  1. Observar sin juzgarte: los síntomas no son tu culpa, son señales.
  2. Validar tu experiencia: la ansiedad es real, incluso si otros no la entienden.
  3. Aceptar que necesitas apoyo: pedir ayuda no es debilidad, es valentía.
  4. Tomar pequeños pasos: cambiar patrones lleva tiempo, pero cada acción cuenta.
  5. No rendirte si un enfoque no funciona de inmediato: la ansiedad se supera con persistencia y acompañamiento profesional, como con psicólogo online.

Conclusión

Saber si sufres de ansiedad no siempre es fácil, especialmente porque muchos síntomas son invisibles para los demás y normalizados en la cultura actual.

Sin embargo, escuchar tu cuerpo, tus pensamientos y tu experiencia emocional es el primer paso hacia el cambio.

Desde la psicología cognitivo-conductual, entendemos que la ansiedad no es un enemigo a eliminar, sino una alarma que ha aprendido a sonar de forma desadaptativa.

La buena noticia es que es posible reentrenar tu mente, desafiar tus pensamientos distorsionados y recuperar la calma.

Si te reconociste en estas líneas, no estás solo. Y sobre todo, sí hay una salida.

Recursos útiles a explorar

Referencias bibliográficas

  • Beck, J. S. (2011). Terapia cognitiva: Fundamentos y más allá. Ediciones Paidós.
  • Clark, D. A., & Beck, A. T. (2012). The Anxiety and Worry Workbook: The Cognitive Behavioral Solution. Guilford Press.
  • Craske, M. G., & Barlow, D. H. (2007). Mastery of Your Anxiety and Panic: Therapist Guide. Oxford University Press.

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