Relajación muscular progresiva
La relajación muscular progresiva (RMP) es una de las técnicas más efectivas dentro del abordaje cognitivo-conductual para el manejo del estrés, ansiedad y tensiones corporales.
Su principal objetivo es reducir la activación fisiológica asociada a emociones negativas, lo cual repercute directamente en una mejor regulación emocional y claridad mental.
En este artículo te enseñaré cómo practicarla correctamente, qué esperar en cada etapa, cómo adaptarla a tus necesidades, y cómo integrarla a un programa de relajación y autocuidado sostenido.

¿Qué es la relajación muscular progresiva?
La RMP o técnica de relajación progresiva, fue desarrollada por Edmund Jacobson, quien descubrió que la relajación física profunda puede inducir un estado de calma mental.
A partir de esta premisa, la técnica consiste en tensar y relajar sistemáticamente distintos grupos musculares del cuerpo, desde los pies hasta la cabeza (o al revés), lo que ayuda a tomar conciencia del estado de tensión interna.
Desde la psicología cognitivo-conductual, se considera una técnica basada en el cuerpo que interrumpe la espiral de pensamientos negativos al enfocar la atención en sensaciones físicas, facilitando así una experiencia de mindfulness corporal.
¿Para qué sirve la relajación muscular progresiva?
Beneficios generales:
- Reduce síntomas de ansiedad y ataques de pánico.
- Disminuye el insomnio, mejora la calidad del sueño y sirve como hábito para la higiene del sueño.
- Alivia dolores musculares causados por el estrés.
- Facilita la entrada en estados de meditación, atención plena o mindfulness.
- Mejora la conciencia corporal, el autocontrol y la autocompasión.
Aplicaciones clínicas:
- Tratamiento del trastorno de ansiedad generalizada, fobias y ansiedad social.
- Apoyo complementario en cuadros de depresión.
- Reducción de síntomas psicosomáticos como colon irritable, bruxismo o cefaleas tensionales.
- Preparación emocional antes de eventos exigentes (entrevistas, presentaciones, exámenes).
¿Qué necesitas antes de practicar la técnica?
Para comenzar, necesitas crear un ambiente que favorezca la concentración y el confort:
- Lugar tranquilo, sin interrupciones ni ruido excesivo.
- Ropa cómoda y postura relajada (preferentemente acostado o sentado con apoyo).
- Iluminación tenue si es posible.
- De 15 a 25 minutos disponibles.
- Puedes acompañarte con música de relajación suave o utilizar audios guiados.
¿Cómo practicar la relajación muscular progresiva? Guía paso a paso
1. Iniciar con respiración profunda
Comienza con 3 a 5 respiraciones profundas, inhalando por la nariz en 4 tiempos, manteniendo por 2 y exhalando por la boca en 6 tiempos.
Esto activa el sistema parasimpático, clave para la relajación.
Consejo CBT: Visualiza con cada exhalación que liberas tensión o pensamientos negativos.
2. Tensar y relajar los grupos musculares
En cada grupo muscular:
- Inhala mientras tensas el músculo durante 5-7 segundos.
- Exhala lentamente mientras relajas completamente durante 10-15 segundos.
- Observa las sensaciones sin juzgar, con curiosidad y presencia.
Secuencia recomendada:
Zona corporal | Ejercicio de tensión propuesto |
---|---|
Pies | Flexiona los dedos hacia ti y aprieta la planta del pie. |
Pantorrillas | Estira los pies hacia adelante como punta de bailarina. |
Muslos | Junta las piernas y aprieta los muslos. |
Glúteos | Contrae los glúteos con fuerza. |
Abdomen | Aprieta el estómago como si quisieras encogerlo. |
Pecho | Inhala fuerte y tensa el pecho como si te expandieras. |
Espalda baja | Arquea la espalda suavemente. |
Manos | Aprieta los puños. |
Brazos y bíceps | Flexiona los brazos como si hicieras fuerza. |
Hombros | Súbelos hacia las orejas y mantén. |
Cuello | Gira suavemente a un lado, luego al otro, sin forzar. |
Mandíbula | Aprieta ligeramente los dientes. |
Ojos y ceño | Frunce el ceño y cierra los ojos con fuerza. |
Frente | Levanta las cejas como si te sorprendieras. |
3. Escaneo corporal consciente (fase final)
Una vez completada la secuencia, recorre tu cuerpo mentalmente de pies a cabeza, mediante un body scan, notando cualquier cambio:
- ¿Dónde hay más liviandad?
- ¿Qué zonas siguen tensionadas?
- ¿Notas alguna diferencia emocional?
Este escaneo te ayuda a consolidar la experiencia relajante y promueve la integración cuerpo-mente.
¿Con qué frecuencia practicar?
Se recomienda practicar entre 3 a 5 veces por semana para comenzar a notar cambios estables.
Incluso 10 minutos diarios pueden marcar una gran diferencia si eres constante.
- Para dormir mejor: práctica nocturna.
- Antes de situaciones estresantes: como herramienta preventiva.
- Durante crisis de ansiedad: ayuda a salir del modo de alerta.
- Como parte de tu rutina de autocuidado semanal.
Consejos desde la perspectiva cognitivo-conductual
- Registra tu experiencia en un diario emocional después de cada práctica.
- Combínala con técnicas cognitivas como reestructuración de pensamientos negativos o visualización calmante.
- Si sientes que no puedes relajarte, es normal: con práctica, tu cuerpo aprenderá a responder más fácilmente.
- Puedes grabar tu propia voz guiándote, para personalizar la experiencia.
Recursos útiles para profundizar
- Audio guía de relajación muscular progresiva en español – YouTube
- Manual práctico del mindfulness y relajación – Universidad de Zaragoza
- Ejemplos de ejercicios de respiración
Conclusión
La relajación muscular progresiva es una técnica sencilla, accesible y respaldada por décadas de investigación.
Es una herramienta clave dentro del enfoque cognitivo-conductual para ayudarte a desactivar el cuerpo en momentos de tensión, mejorar tu regulación emocional y aumentar tu bienestar integral.
Con constancia y práctica, puede convertirse en un ancla segura para tu equilibrio mental.
Recursos útiles a explorar
- Jacobson, E. (1938). Progressive Relaxation. University of Chicago Press.
- Beck, J. S. (2011). Terapia cognitiva: Teoría y práctica. Desclée de Brouwer.
- Barlow, D. H. (2014). La ansiedad y sus trastornos. Manual Moderno.
Pingback: ¿Cuál es la diferencia entre meditación y relajación? - Terapia con Razón
Pingback: ¿Cómo saber si estoy estresado? - Terapia con Razón
Pingback: 7 estrategias para los dolores musculares por estrés y ansiedad - Terapia con Razón
Pingback: ¿Cuál es la relación entre estrés y ansiedad? - Terapia con Razón
Pingback: Adiós ansiedad: 7 claves para superar la ansiedad - Terapia con Razón
Pingback: Derrame en el ojo por estrés - Terapia con Razón
Pingback: ¿Por qué ocurre un ataque de pánico al despertar? - Terapia con Razón
Pingback: ¿Por qué se causa el ataque de pánico al dormir? - Terapia con Razón
Pingback: ¿Cómo saber si tengo un ataque de pánico? - Terapia con Razón
Pingback: Estrategias para el trastorno por consumo de sedantes - Terapia con Razón
Pingback: ¿Cómo se relacionan ansiedad y somatización? - Terapia con Razón
Pingback: ¿Qué caracteriza la somatización de la ansiedad? - Terapia con Razón
Pingback: ¿Qué caracteriza la somatización del estrés? - Terapia con Razón