marihuana y ansiedad
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Relación entre marihuana y ansiedad: lo que dice la ciencia y la psicología cognitivo-conductual

Relación entre marihuana y ansiedad

El debate sobre la relación entre marihuana y ansiedad ha ganado terreno en los últimos años, a medida que el uso del cannabis se ha expandido tanto con fines recreativos como medicinales.

Mientras algunas personas reportan alivio de sus síntomas de ansiedad al consumir marihuana, otras experimentan ataques de pánico, paranoia o un aumento significativo de su ansiedad.

Este artículo explora desde un enfoque cognitivo-conductual cómo se relacionan la marihuana y la ansiedad, por qué puede provocar efectos tan distintos en diferentes personas y qué implicancias tiene para la salud mental.

marihuana y ansiedad
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Marihuana y ansiedad: ¿qué es y cómo actúa?

La marihuana es una planta que contiene más de 100 compuestos químicos llamados cannabinoides.

Los dos principales son:

  • THC (tetrahidrocannabinol): principal compuesto psicoactivo, responsable del “subidón”.
  • CBD (cannabidiol): no psicoactivo, se asocia a efectos ansiolíticos, antiinflamatorios y anticonvulsivos.

Ambos interactúan con el sistema endocannabinoide del cuerpo humano, que regula funciones como el sueño, el apetito, la percepción del dolor y el estado de ánimo.

Marihuana y ansiedad: ¿reduce o aumenta?

La relación entre marihuana y ansiedad no es sencilla ni unidireccional.

Depende de varios factores:

1. Dosis

2. Composición del cannabis

  • Una proporción alta de CBD puede contrarrestar los efectos ansiógenos del THC.
  • Cepas con alto contenido de THC y bajo CBD tienen más probabilidad de provocar ansiedad.

3. Frecuencia de uso

  • El uso ocasional puede ser menos problemático.
  • El uso frecuente o crónico se relaciona con mayor riesgo de un trastorno de ansiedad generalizada, trastornos del sueño y depresión.

4. Vulnerabilidad individual

  • Personas con historia previa de ansiedad, ataques de pánico o trastorno de ansiedad social tienen mayor riesgo de reaccionar negativamente al cannabis.
  • También influye la genética, historia personal y estado emocional del momento.

Marihuana y ansiedad: ¿cómo lo explica la psicología cognitivo-conductual?

Desde la perspectiva cognitivo-conductual, la ansiedad se mantiene y refuerza por la interpretación catastrofista de los síntomas corporales y pensamientos automáticos negativos.

Ejemplo:

Una persona fuma marihuana y siente su corazón acelerado (efecto normal del THC).

Si su pensamiento automático es:

“Me va a dar un infarto”
esto puede activar un ciclo de pánico.

El modelo cognitivo-conductual ayuda a explicar cómo la interpretación de las sensaciones provocadas por la marihuana puede activar esquemas de ansiedad y reforzar el miedo.

Ciclo típico de ansiedad inducida por marihuana:

  1. Consumo de cannabis → Aumento del ritmo cardíaco y percepción alterada.
  2. Pensamiento catastrófico: “Me voy a volver loco”, “Estoy perdiendo el control”.
  3. Activación fisiológica (sudor, temblores, miedo).
  4. Intento de escapar o evitar → Mayor sensibilización en usos futuros.

¿Puede el consumo prolongado de marihuana causar un trastorno de ansiedad?

No hay evidencia definitiva de que la marihuana “cause” ansiedad de forma directa, pero sí puede aumentar la vulnerabilidad a desarrollar un trastorno ansioso en personas predispuestas.

Evidencia científica:

  • Estudios longitudinales (Crippa et al., 2009; Blanco et al., 2016) han mostrado que el uso frecuente de cannabis en la adolescencia y adultez temprana se asocia con mayor probabilidad de desarrollar trastornos de ansiedad, especialmente trastorno de ansiedad generalizada (TAG) y trastorno de pánico.
  • El consumo regular de cannabis también se asocia a síntomas de depresión y ansiedad, dificultades cognitivas y peor regulación emocional.

¿Y qué hay del CBD? ¿Puede ayudar a la ansiedad?

A diferencia del THC, el CBD ha mostrado resultados prometedores como ansiolítico.

Hallazgos:

  • En estudios con humanos, el CBD ha demostrado reducir la ansiedad social y disminuir respuestas de miedo anticipatorio (Bergamaschi et al., 2011).
  • También se está investigando como complemento en tratamientos para el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y el insomnio asociado a ansiedad.

Es importante señalar que el CBD utilizado en estudios suele estar purificado y en dosis controladas, algo muy diferente a los productos comerciales no regulados.

Marihuana y ansiedad: ¿puede formar parte del tratamiento?

Desde una mirada clínica y basada en evidencia, la marihuana no es actualmente una herramienta recomendada para tratar la ansiedad, debido a:

  • La falta de evidencia sólida y replicable.
  • Las diferencias individuales en respuesta.
  • El riesgo de dependencia o empeoramiento de síntomas.

En cambio, existen tratamientos con fuerte respaldo científico, como:

  • Terapia cognitivo-conductual (TCC): primer tratamiento de elección.
  • Entrenamiento en relajación, mindfulness y reestructuración cognitiva.
  • Psicofármacos ansiolíticos y antidepresivos ISRS bajo supervisión médica. Ver pastillas para la ansiedad.

Marihuana, evitación emocional y refuerzo negativo

Desde la TCC, muchas personas usan marihuana como forma de evitación experiencial: buscan suprimir pensamientos, emociones o sensaciones desagradables.

Este patrón refuerza el uso porque:

  1. El consumo produce alivio temporal.
  2. El alivio funciona como refuerzo negativo (quita el malestar).
  3. La persona aprende a evitar en lugar de afrontar, lo que mantiene y cronifica la ansiedad.

El tratamiento se enfoca en ayudar a las personas a tolerar la incomodidad, enfrentar sus pensamientos y emociones sin recurrir a sustancias.

Sugerencias para el lector

Si estás considerando el uso de cannabis y tienes antecedentes de ansiedad, estas recomendaciones pueden ayudarte:

  • Observa tu respuesta individual. No todos reaccionan igual al cannabis.
  • Evita las dosis altas de THC. Especialmente si eres sensible a los cambios corporales.
  • Incorpora prácticas de regulación emocional. Mindfulness, respiración, ejercicio físico.
  • No sustituyas la terapia por cannabis. Puede aliviar a corto plazo, pero no resuelve los problemas de fondo.
  • Consulta una atención psicológica online. Especialmente si notas que tu ansiedad aumenta con el uso o si lo usas como escape emocional.
  • Elige el CBD bajo asesoría médica. Asegúrate de que el producto sea de calidad y tenga respaldo clínico.

Conclusión

La relación entre marihuana y ansiedad es compleja, influida por factores biológicos, psicológicos y contextuales.

Mientras algunas personas reportan beneficios ansiolíticos, muchas otras experimentan una intensificación de sus síntomas ansiosos, especialmente con cepas ricas en THC.

Desde una perspectiva cognitivo-conductual, es fundamental comprender cómo la interpretación que hacemos de las sensaciones y pensamientos derivados del consumo puede generar o intensificar la ansiedad.

Más allá de buscar alivio rápido, es importante aprender a afrontar los pensamientos y emociones con estrategias terapéuticas efectivas, sostenibles y seguras.

La psicoterapia cognitivo-conductual ofrece caminos reales de transformación sin necesidad de depender de sustancias.

Recursos útiles a explorar

Referencias bibliográficas

  • Bergamaschi, M. M., Queiroz, R. H., Chagas, M. H., et al. (2011). Cannabidiol reduces the anxiety induced by simulated public speaking in treatment-naïve social phobia patients. Neuropsychopharmacology, 36(6), 1219–1226.
  • Blanco, C., Hasin, D. S., Wall, M. M., et al. (2016). Cannabis use and risk of psychiatric disorders: prospective evidence from a US national longitudinal study. JAMA Psychiatry, 73(4), 388–395.
  • Crippa, J. A., Zuardi, A. W., Garrido, G. E., et al. (2009). Effects of cannabidiol (CBD) on regional cerebral blood flow. Journal of Psychopharmacology, 18(4), 413–420.

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