Tipos de drogodependencia
La drogodependencia no es una realidad homogénea.
Existen múltiples formas en que una persona puede desarrollar una relación problemática con las sustancias, y conocer los diferentes tipos de drogodependencia es clave para entender sus manifestaciones clínicas, sus implicancias sociales y sus caminos de tratamiento.
Desde la psicología cognitivo-conductual, y con el respaldo del DSM-5 y la CIE-11, es posible clasificar estas dependencias en función de la sustancia, el patrón de uso y la comorbilidad asociada, lo que ayuda a entender qué es la drogodependencia.
Este artículo ofrece una mirada amplia y profunda sobre este fenómeno, sin perder de vista su dimensión humana y terapéutica.

Tipos de drogodependencia
Clasificación por tipo de sustancia para cada drogodependencia
Una de las formas más comunes de clasificar los tipos de drogodependencia es según la sustancia psicoactiva consumida.
Tanto el DSM-5 como la CIE-11 organizan los trastornos por uso de sustancias de acuerdo con su naturaleza química, sus efectos sobre el sistema nervioso y su potencial adictivo.
Las principales categorías incluyen:
- Depresores del sistema nervioso central:
Alcohol, benzodiacepinas, barbitúricos.
Estas sustancias disminuyen la actividad cerebral y producen relajación, somnolencia o euforia.
La dependencia suele estar asociada a intentos de autorregular estados de ansiedad o insomnio.
Conoce más sobre el trastorno por consumo de alcohol. - Estimulantes:
Cocaína, metanfetaminas, anfetaminas.
Generan aumento de energía, euforia, alerta y confianza.
El abuso está relacionado con dinámicas de productividad forzada, presión social o búsqueda de sensaciones intensas.
Conoce más sobre el trastorno por consumo de estimulantes. - Cannabinoides:
Como el cannabis o marihuana.
Aunque muchos consideran su consumo como “suave”, su uso crónico puede generar dependencia psicológica, dificultades motivacionales y deterioro del funcionamiento cotidiano. Conoce sobre los efectos de la marihuana a largo plazo.
Conoce más sobre el trastorno por consumo de cannabis. - Opioides:
Heroína, morfina, oxicodona, fentanilo.
Potentes analgésicos que generan un alto riesgo de adicción física.
La crisis global por uso de opioides ha encendido alarmas sanitarias, especialmente por su impacto mortal en sobredosis.
Conoce más sobre el trastorno por consumo de opioides. - Alucinógenos y disociativos:
LSD, ketamina, psilocibina.
Aunque no generan dependencia física en todos los casos, su uso frecuente puede llevar a alteraciones cognitivas o emocionales persistentes.
Conoce más sobre el trastorno por consumo de alucinógenos. - Sustancias volátiles o inhalantes:
pegamentos, aerosoles, disolventes.
Generalmente utilizados por adolescentes en contextos de vulnerabilidad, con consecuencias neuropsicológicas severas.
Conoce más sobre el trastorno por consumo de inhalantes.
Desde una perspectiva psicológica, entender la clase de sustancia involucrada es clave para definir los riesgos, los síntomas esperables y las estrategias de intervención.
Tipos según el patrón de consumo según la drogodependencia
Más allá de la sustancia, los tipos de drogodependencia también se diferencian por el modo en que las personas consumen.
El patrón de uso impacta directamente en la gravedad del cuadro clínico y en la respuesta al tratamiento.
Entre los principales patrones se encuentran:
- Consumo experimental o recreativo:
Uso ocasional sin intención de alterar el estado de conciencia de forma continua.
Aunque puede parecer inofensivo, en ciertas personas con vulnerabilidad psicológica o social puede convertirse en una puerta de entrada a la dependencia. - Uso habitual con control aparente:
El sujeto consume regularmente pero mantiene cierto control.
Sin embargo, suele haber una negación del riesgo y una minimización de las consecuencias. - Consumo compulsivo:
La persona pierde el control sobre la frecuencia y la cantidad.
El craving (ansias intensas) es frecuente, y el uso se mantiene pese a daños evidentes. - Policonsumo:
Uso simultáneo de dos o más sustancias.
Este tipo de dependencia es especialmente complejo, ya que multiplica los efectos negativos y hace más difícil la intervención terapéutica. - Consumo en contextos de coacción o supervivencia:
Personas que consumen para sobrellevar situaciones de calle, violencia, migración forzada o trabajo sexual.
Aquí la droga funciona como un mecanismo de defensa frente a contextos extremos.
Desde la terapia cognitivo-conductual, es esencial analizar no solo qué se consume, sino cómo y por qué.
El patrón de consumo da pistas sobre las funciones psicológicas que la sustancia cumple en la vida del sujeto.
Drogodependencias según el perfil del consumidor
Otro enfoque importante para clasificar los tipos de drogodependencia considera las características de la persona que consume.
Este modelo reconoce que las motivaciones, la historia vital y las comorbilidades influyen profundamente en la naturaleza de la adicción.
Algunos perfiles frecuentes incluyen:
- Dependencia secundaria a un trastorno de salud mental:
muchas personas con ansiedad, depresión o trastornos del ánimo recurren a las drogas como una forma de automedicación.
En estos casos, el tratamiento debe integrar el abordaje del consumo con la intervención del trastorno primario. - Dependencia vinculada al trauma:
personas con historias de abuso, negligencia o violencia desarrollan consumo como forma de anestesiar el dolor emocional.
El enfoque terapéutico aquí debe considerar el trauma como núcleo de la intervención. - Dependencia funcional o socialmente validada:
ejecutivos, estudiantes o profesionales que utilizan sustancias para rendir más, soportar el estrés o adaptarse a contextos altamente competitivos.
Aunque el entorno puede validar el consumo, el daño psicológico es profundo y silencioso. - Dependencia adolescente:
aparece en etapas de construcción de identidad, exploración o presión de pares.
El uso temprano se asocia a mayor riesgo de adicción crónica, especialmente si hay antecedentes familiares o ansiedad en adolescentes.
Esta categorización permite individualizar el tratamiento, adaptando los objetivos terapéuticos a la historia y realidad de cada persona.
No todos los consumidores son iguales ni necesitan lo mismo.
Drogodependencia en relación con otras adicciones
En ocasiones, la drogodependencia no aparece de manera aislada, sino que se presenta junto a otras formas de adicción, como la ludopatía, la adicción a las pantallas o la dependencia afectiva. Esta condición se denomina adicción cruzada o comorbilidad conductual.
Desde la perspectiva cognitivo-conductual, estas asociaciones se explican porque las distintas conductas adictivas comparten mecanismos subyacentes: impulsividad, baja tolerancia al malestar, dificultades de regulación emocional, esquemas disfuncionales de autovalía, etc.
Cuando hay drogodependencia junto a otras formas de dependencia, el tratamiento se vuelve más desafiante, pero también más necesario.
Requiere un trabajo profundo sobre la historia del sujeto, sus vínculos, sus estrategias de afrontamiento y sus objetivos vitales.
En estos casos, la intervención debe ser sostenida, multidisciplinaria y centrada en el fortalecimiento de la autonomía personal.
Caso clínico: Tomás y el consumo como forma de identidad
Tomás, de 23 años, llegó a consulta tras haber sido internado por sobredosis de cocaína en una fiesta.
Si bien afirmaba que podía dejar de consumir cuando quisiera, su historial revelaba un consumo casi diario desde los 17 años, con múltiples sustancias: cannabis, alcohol, éxtasis y recientemente benzodiacepinas.
Durante las sesiones, se identificó que el consumo cumplía múltiples funciones: escapar de sentimientos de vacío, integrarse a grupos sociales, potenciar su desempeño académico y evitar la introspección.
Los pensamientos intrusivos incluían: “si no consumo, no valgo”, “necesito estar en modo fiesta para ser querido”, “no hay futuro, así que da igual”.
El tratamiento se centró en intervenir estos esquemas cognitivos, aumentar la conciencia emocional, desarrollar nuevas fuentes de placer y significado, y fortalecer su identidad más allá del consumo.
Tras ocho meses de proceso, Tomás logró reducir significativamente su dependencia, construir relaciones más genuinas y comenzar un proyecto de vida centrado en su bienestar.
Sugerencias prácticas para el lector
- Infórmate sobre los distintos tipos de drogodependencia: no todos los casos son iguales y conocer las diferencias te ayudará a comprender y actuar con mayor claridad.
- Evita estereotipos: la drogodependencia puede afectar a personas de todos los niveles socioeconómicos y perfiles psicológicos.
- Observa patrones y motivaciones: si tú o alguien cercano consume, pregúntate qué función cumple esa sustancia en su vida cotidiana.
- Busca apoyo especializado: un diagnóstico adecuado y una intervención terapéutica basada en evidencia pueden marcar la diferencia.
- Promueve el diálogo abierto y sin juicio: muchas personas con adicciones callan su sufrimiento por miedo al rechazo. Abrir espacios de escucha puede ser el primer paso hacia el cambio.
Conclusión
Comprender los distintos tipos de drogodependencia permite desmontar prejuicios, generar intervenciones más eficaces y acercarnos a quienes viven con esta problemática desde un lugar de empatía y conocimiento.
Desde la psicología cognitivo-conductual, se reconoce que cada adicción tiene una historia, una función y una salida posible.
Las drogas pueden ser un síntoma de un sufrimiento más profundo, y la terapia es una herramienta para descubrir, enfrentar y transformar ese dolor en camino de crecimiento.
Recursos a explorar
- Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA)
- Fundación Recal – Tratamiento de Adicciones
- ¿Qué es la drogodependencia?
- ¿La drogodependencia es una enfermedad?
- Tipos de adicciones
Referencias bibliográficas
- American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (5.ª ed.). Arlington, VA: APA Publishing.
- Organización Mundial de la Salud. (2019). Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11).
- Marlatt, G. A., & Donovan, D. M. (2005). Relapse Prevention: Maintenance Strategies in the Treatment of Addictive Behaviors. Guilford Press.
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