Técnicas de relajación
En un mundo donde el estrés, la ansiedad y la sobreestimulación son moneda corriente, aprender a manejar nuestras respuestas emocionales se vuelve clave para el bienestar.
Las técnicas de relajación han demostrado ser herramientas eficaces para reducir la tensión psicológica, regular el sistema nervioso y mejorar la calidad de vida.
Desde la psicología cognitivo-conductual, estas técnicas permiten interrumpir ciclos de activación fisiológica y pensamientos intrusivamente, al mismo tiempo que entrenan nuevas respuestas ante el malestar.
En este artículo te presentamos 10 técnicas de relajación psicológicas exitosas que puedes incorporar fácilmente en tu día a día.
Técnicas de relajación
1. Respiración diafragmática
También conocida como respiración abdominal o profunda.
Consiste en inhalar lenta y profundamente desde el abdomen, en lugar de desde el pecho.
Esto activa el sistema nervioso parasimpático, responsable de la relajación.
Cómo practicarla:
- Siéntate o recuéstate en un lugar tranquilo.
- Coloca una mano sobre tu abdomen y otra sobre el pecho.
- Inhala por la nariz durante 4 segundos, asegurándote de que solo se mueva el abdomen.
- Retén el aire 2 segundos.
- Exhala lentamente por la boca en 6 segundos.
- Repite de 5 a 10 minutos.
Revisa aquí otros ejemplos de ejercicios de respiración.
2. Relajación muscular progresiva de Jacobson
Esta técnica implica tensar y luego relajar diferentes grupos musculares del cuerpo.
Al hacerlo, tomamos conciencia de las sensaciones de tensión y relajación, lo cual ayuda a liberar estrés físico acumulado.
Pasos básicos:
- Comienza por los pies y sube hasta la cabeza.
- Tensa cada grupo muscular por 5-7 segundos.
- Luego relájalo por 15-20 segundos, observando la diferencia.
- Hazlo en un ambiente tranquilo y sin interrupciones.
3. Visualización guiada
Consiste en imaginar mentalmente un lugar o situación calmante, como una playa, un bosque o un espacio seguro.
La mente responde a estas imágenes como si fueran reales, generando una respuesta de relajación.
Consejo: Puedes usar audios o grabaciones para facilitar la experiencia, o guiarte con tu imaginación. Combina esta técnica con respiración lenta para potenciar su efecto.
4. Mindfulness
El mindfulness o atención plena, se basa en prestar atención al momento presente de forma intencional y sin juzgar.
Su práctica reduce la reactividad automática, mejora la regulación emocional y disminuye la ansiedad.
Ejercicio breve de mindfulness:
- Detente y presta atención a tu respiración.
- Observa cómo entra y sale el aire.
- Si tu mente se distrae, simplemente regresa al foco.
- Practica de 5 a 10 minutos diarios.
Revisa aquí la práctica de los diversos ejercicios para la atención plena
5. Body scan
El escaneo corporal es una técnica que combina mindfulness con conciencia somática.
Se trata de recorrer mentalmente el cuerpo, observando tensiones o sensaciones sin intentar cambiarlas.
Guía básica:
- Acuéstate o siéntate cómodamente.
- Lleva tu atención a los pies, luego a las piernas, abdomen, espalda, pecho, brazos, cuello y cabeza.
- Observa cada parte durante unos segundos.
- No busques relajar, solo percibir.
Revisa aquí la guía completa para la práctica del body scan.
6. Técnica 5-4-3-2-1 para ansiedad aguda
Es una estrategia de grounding (anclaje) que ayuda a salir de estados de ansiedad o pánico, conectando con los sentidos.
Instrucciones:
- Nombra 5 cosas que puedas ver.
- 4 cosas que puedas tocar.
- 3 cosas que puedas oír.
- 2 cosas que puedas oler.
- 1 cosa que puedas saborear.
Esta técnica interrumpe la rumiación y reduce la activación fisiológica en minutos.
7. Escritura terapéutica
Escribir lo que sentimos permite organizar el pensamiento, descargar emocionalmente y tomar perspectiva de nuestros conflictos.
Ejemplo de ejercicio:
- Escribe durante 10-15 minutos sobre lo que te está preocupando.
- No te censures ni corrijas.
- Puedes luego escribir cómo te gustaría manejar esa situación de forma más funcional.
Desde la cognitivo-conductual, se recomienda observar los pensamientos automáticos disfuncionales al escribir.
8. Escucha activa de música relajante
La música puede inducir estados emocionales placenteros.
Estudios demuestran que escuchar sonidos suaves o ambientales disminuye el ritmo cardíaco y la presión arterial.
Recomendación:
Escoge música instrumental, naturaleza o frecuencias suaves.
Úsala como fondo al descansar, meditar o escribir.
9. Técnica de respiración cuadrada
También conocida como box breathing, esta técnica es usada incluso por personal militar y atletas de alto rendimiento.
Consiste en regular la respiración en cuatro tiempos iguales:
Instrucciones:
- Inhala en 4 segundos.
- Retén el aire 4 segundos.
- Exhala en 4 segundos.
- Retén 4 segundos antes de volver a inhalar.
- Repite durante 3 a 5 minutos.
Regula el sistema nervioso simpático, reduciendo el estrés y aumentando la concentración.
10. Caminatas conscientes
Caminar en silencio, sin música ni celular, prestando atención a los pasos, la respiración y los sonidos del entorno, es una poderosa forma de relajación activa.
Tip: Elige espacios naturales si es posible (parques, playas, cerros).
Observa sin juzgar, respira profundamente y nota cómo se siente tu cuerpo al moverse.
Sugerencias para integrar estas técnicas en tu vida
- Crea una rutina diaria de al menos 10 minutos para practicar alguna de estas técnicas. La constancia es más importante que la perfección.
- Elige las que se adapten a ti. No todas funcionan igual para todas las personas. Experimenta y observa cuáles te hacen bien.
- Combina técnicas. Por ejemplo, puedes iniciar con respiración diafragmática y luego practicar body scan o mindfulness.
- Registra tus avances. Llevar un diario de bienestar te permitirá notar cómo mejora tu estado emocional a lo largo del tiempo.
- Busca ayuda profesional si sientes que no logras regular tu ansiedad o estrés por tu cuenta. La terapia cognitivo-conductual puede acompañarte en ese proceso. Busca un apoyo con un psicólogo online.
Conclusión
Las técnicas de relajación no solo sirven para “sentirse bien”, sino que tienen un impacto real en la regulación emocional, el rendimiento cognitivo y la calidad de vida.
Su efectividad está respaldada por evidencia científica, y su práctica regular puede ayudarte a prevenir el agotamiento emocional, reducir la ansiedad y fomentar una relación más saludable contigo mismo.
Desde la perspectiva cognitivo-conductual, estas herramientas actúan sobre los pensamientos instrusivos, la activación fisiológica y los patrones de comportamiento, ofreciendo una vía concreta para salir de la reactividad y entrar en un estado más equilibrado.
Recursos útiles a explorar
- Guía de relajación y control del estrés – Mind UK
- Estrategias de manejo del estrés – APA (American Psychological Association)
Referencias bibliográficas
- Kabat-Zinn, J. (2003). Mindfulness-Based Interventions in Context: Past, Present, and Future. Clinical Psychology: Science and Practice, 10(2), 144–156.
- Bernstein, D. A., Borkovec, T. D. (1973). Progressive relaxation training: A manual for the helping professions. Research Press.
- Linehan, M. M. (1993). Cognitive-behavioral treatment of borderline personality disorder. Guilford Press.
- Lehrer, P. M., & Woolfolk, R. L. (Eds.). (2021). Principles and Practice of Stress Management. Guilford Press.
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