síntomas de depresión
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¿Cuáles son los síntomas de depresión?

Síntomas de depresión

Hablar de los síntomas de depresión no es solamente nombrar estados de ánimo tristes o desgano. Entender qué es la depresión es importante para diferenciar los síntomas comunes con la ansiedad o el estrés.

Es referirse a una condición clínica que afecta de manera profunda la vida emocional, mental, física y social de las personas.

Desde la psicología cognitivo-conductual, entender cuáles son los síntomas de depresión implica reconocer tanto la forma en que se manifiesta en la conducta diaria como la interpretación que la persona hace de sí misma, de los demás y del futuro.

Este artículo ofrece una guía clara basada en los manuales diagnósticos más utilizados —el DSM-5-TR y la CIE-11— para identificar sus señales principales y promover una comprensión más empática y fundamentada del trastorno.

Desarrollo del tema

¿Qué dice el DSM-5-TR sobre los síntomas de depresión?

El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, DSM-5-TR, establece que para diagnosticar un episodio depresivo mayor deben estar presentes al menos cinco síntomas durante un mismo período de dos semanas.

Uno de esos síntomas debe ser estado de ánimo deprimido o pérdida de interés o placer.

Los síntomas incluyen:

  • Ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días.
  • Disminución notable del interés o placer en todas o casi todas las actividades.
  • Pérdida o aumento significativo de peso, o cambios en el apetito.
  • Insomnio o hipersomnia.
  • Agitación o enlentecimiento psicomotor.
  • Fatiga o pérdida de energía.
  • Sentimientos de inutilidad o culpa excesiva.
  • Dificultad para pensar, concentrarse o tomar decisiones.
  • Pensamientos recurrentes de muerte, ideación suicida, intento o plan de suicidio.

Desde el enfoque cognitivo-conductual, estos síntomas no son solo expresiones biológicas o emocionales, sino indicadores de un patrón de pensamiento disfuncional.

Los pensamientos intrusivo refuerzan las emociones dolorosas, y estas conducen a conductas de evitación o aislamiento, perpetuando el malestar.

¿Cómo describe la CIE-11 los síntomas depresivos?

La Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) reconoce la depresión bajo el nombre de “trastorno depresivo” y distingue entre niveles leve, moderado y grave.

Los síntomas esenciales son:

  • Estado de ánimo persistentemente deprimido.
  • Pérdida de interés o placer en actividades que antes resultaban gratificantes.
  • Disminución de la energía o fatiga marcada.

Además, puede haber:

  • Disminución de la concentración.
  • Baja autoestima o sentimientos de culpa.
  • Pensamientos pesimistas sobre el futuro.
  • Alteraciones del sueño y del apetito.
  • Ideas de autolesión o suicidio.

La CIE-11 enfatiza la duración (mínimo dos semanas) y la interferencia funcional en la vida diaria.

Desde una perspectiva cognitivo-conductual, esta interferencia suele observarse en patrones de conducta pasiva, reducción de actividades reforzantes y estilo de pensamiento dicotómico o pensamientos catastróficos.

Por ejemplo, una persona con depresión moderada puede evitar asistir al trabajo por sentirse incapaz, lo que refuerza su creencia de inutilidad.

¿Qué diferencias existen entre tristeza normal y síntomas de depresión?

Es importante no confundir tristeza con depresión.

La tristeza es una emoción universal, adaptativa y pasajera.

La depresión, en cambio, es un estado clínico que persiste en el tiempo, interfiere en el funcionamiento global del individuo y afecta áreas clave como el trabajo, las relaciones o el autocuidado.

Desde la TCC, la diferencia clave está en cómo se interpretan los eventos negativos: mientras una persona sin depresión puede considerar un fracaso como una oportunidad de mejora, una persona deprimida tenderá a verlo como una prueba de su ineptitud permanente.

Además, en la depresión, la capacidad de experimentar placer se ve disminuida, incluso en situaciones que antes eran gratificantes.

Esto se conoce como anhedonia y es uno de los síntomas nucleares que ayudan a distinguir la depresión clínica de un malestar común.

¿Cómo se observan estos síntomas en la vida cotidiana?

Los síntomas de depresión pueden manifestarse de maneras sutiles o evidentes.

Algunas personas describen sentirse vacías o desconectadas del mundo.

Otras notan cambios en su apetito, su forma de dormir o una irritabilidad persistente.

En muchos casos, se pierde la motivación por tareas simples, como ducharse, preparar comida o responder mensajes.

En adolescentes, puede manifestarse como bajo rendimiento académico, retraimiento o conductas de riesgo.

En adultos mayores, puede confundirse con deterioro cognitivo.

Desde una mirada conductual, estas expresiones del malestar también representan intentos —aunque disfuncionales— de reducir el sufrimiento.

Por ejemplo, dormir en exceso puede ser una forma de evitar el contacto con emociones dolorosas. La intervención debe comprender estas conductas sin juzgarlas, para poder modificarlas progresivamente con compasión y efectividad.

Sugerencias prácticas para el lector

  1. Lleva un registro diario de tu estado de ánimo. Esto te ayudará a identificar patrones y señales de alerta.
  2. Observa si has perdido interés en actividades que antes disfrutabas. Si es así, comienza con pequeños pasos para retomarlas.
  3. Comparte tus pensamientos con alguien de confianza o con un profesional, como un psicólogo online. La depresión suele distorsionar la percepción personal.
  4. Establece una rutina diaria básica, incluyendo horarios de sueño, alimentación y pausas de descanso. La estructura es un antídoto contra la inercia depresiva.
  5. Evita automedicarte. Si los síntomas persisten por más de dos semanas, consulta a un profesional de salud mental capacitado.

Conclusiones

Conocer los síntomas de depresión es fundamental para su detección temprana y para abrir caminos hacia el tratamiento.

Tanto el DSM-5-TR como la CIE-11 nos ofrecen guías clínicas claras, pero es el enfoque cognitivo-conductual el que permite conectar esos criterios con la experiencia vivida del sufrimiento.

Comprender que los pensamientos, emociones y conductas se influyen mutuamente nos da una vía concreta para intervenir.

La depresión no es una sentencia, sino un proceso reversible cuando se abordan sus causas, se modifican sus patrones y se cultiva la esperanza de una vida más plena.

Links de interés

Referencias bibliográficas

  1. American Psychiatric Association. (2022). DSM-5-TR: Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (5ª ed. texto revisado).
  2. Organización Mundial de la Salud. (2022). Clasificación Internacional de Enfermedades 11ª Revisión (CIE-11).
  3. Beck, A. T., & Alford, B. A. (2009). Depresión: Causas y tratamiento. Paidós.

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