Síntomas de ansiedad en el cuerpo
Síntomas de ansiedad en el cuerpo

Los síntomas de ansiedad en el cuerpo

Síntomas de ansiedad en el cuerpo

La ansiedad no solo se manifiesta a nivel psicológico, sino que también impacta directamente en nuestro cuerpo.

De hecho, muchas personas descubren que están atravesando un episodio de ansiedad por señales físicas que no logran identificar con claridad.

Reconocer estos signos puede marcar la diferencia entre sentirse atrapado en el malestar o comenzar un proceso de recuperación.

En este artículo exploraremos los principales síntomas de ansiedad en el cuerpo, desde una perspectiva de la psicología cognitivo-conductual, para ayudarte a entenderlos, enfrentarlos y buscar apoyo si es necesario.

Síntomas de ansiedad en el cuerpo
Síntomas de ansiedad en el cuerpo

Los síntomas de ansiedad en el cuerpo

¿Qué es la ansiedad y cómo afecta al cuerpo?

La ansiedad es una respuesta natural del organismo frente a una amenaza real o percibida.

Esta respuesta activa el sistema nervioso simpático, liberando adrenalina, noradrenalina y cortisol –hormona de ansiedad-.

Estas hormonas preparan al cuerpo para reaccionar rápidamente, lo que conocemos como la reacción de lucha o huida.

Sin embargo, cuando esta activación se mantiene sin una amenaza real o se vuelve crónica, los efectos físicos empiezan a ser perjudiciales.

Los síntomas de ansiedad en el cuerpo más comunes

Los síntomas físicos pueden variar en intensidad y duración.

Aquí algunos de los más habituales:

Tensión muscular

Es uno de los síntomas más comunes.

La ansiedad mantiene los músculos en estado de alerta constante, especialmente en el cuello, hombros y mandíbula, lo que puede generar dolor o rigidez crónica.

Palpitaciones o taquicardia

La sensación de que el corazón late muy rápido o de manera irregular es típica.

Esta respuesta es parte del aumento de la frecuencia cardíaca por la activación del sistema simpático.

Conoce más sobre el dolor en el pecho por ansiedad.

Problemas gastrointestinales

La ansiedad puede provocar molestias estomacales como náuseas, gases, diarrea o estreñimiento.

A largo plazo, incluso puede influir en condiciones como el síndrome de colon irritable.

Dificultad para respirar

Muchas personas sienten que “les falta el aire” o tienen la sensación de no poder respirar profundamente.

Esto puede generar hiperventilación, mareos o sensación de ahogo.

Sudoración excesiva

La sudoración, especialmente en las palmas de las manos o la frente, es otra respuesta común del sistema simpático.

Mareos y sensación de inestabilidad

Estos síntomas están relacionados con la hiperventilación y el descenso de dióxido de carbono en sangre.

Aunque no son peligrosos, pueden ser muy angustiantes.

Sensación de hormigueo o adormecimiento

La ansiedad también puede generar parestesias (hormigueo) en extremidades, rostro o cuero cabelludo, que muchas veces se confunden con síntomas neurológicos.

Boca seca y nudo en la garganta

El cuerpo desvía recursos de funciones no esenciales, como la salivación o la digestión, lo que puede causar sequedad bucal o sensación de dificultad para tragar.

¿Por qué ocurren estos los síntomas de ansiedad en el cuerpo?

Desde la perspectiva cognitivo-conductual, estos síntomas físicos de la ansiedad no surgen de manera aleatoria.

Son el resultado de pensamientos catastróficos de sensaciones físicas normales, lo que retroalimenta el estado ansioso.

Por ejemplo, una persona puede sentir un leve mareo y pensar: “me voy a desmayar”, lo que aumenta la ansiedad y potencia el mareo.

Este círculo vicioso se mantiene hasta que la persona logra modificar sus pensamientos intrusivos, practicar técnicas de regulación fisiológica o acudir a un profesional para iniciar un tratamiento.

¿Es normal tener síntomas físicos sin pensar que uno está ansioso?

Sí.

Muchas personas experimentan síntomas de ansiedad en el cuerpo sin identificar claramente una causa emocional.

Esto se llama ansiedad somática o somatizada.

El cuerpo habla cuando la mente calla, y a veces la única pista de que algo no está bien emocionalmente es un conjunto de malestares físicos sin explicación médica aparente.

Tratamiento y abordaje desde la psicología cognitivo-conductual

Desde este enfoque, el tratamiento se basa en identificar pensamientos disfuncionales, modificar creencias erróneas y aplicar estrategias de regulación emocional y conductual.

Entre las herramientas más eficaces se encuentran:

Sugerencias prácticas para el lector

  • Lleva un registro de tus síntomas físicos y en qué situaciones aparecen. Esto puede ayudarte a descubrir patrones.
  • No te automediques sin supervisión profesional. Muchas veces los síntomas mejoran solo con tratamiento psicológico.
  • Practica ejercicios de respiración consciente por lo menos 5 minutos al día.
  • Haz pausas activas si trabajas muchas horas frente a una pantalla o en posiciones tensas.
  • Si los síntomas físicos persisten sin causa médica aparente, consulta con un psicólogo o psiquiatra.

Conclusión

Los síntomas de ansiedad en el cuerpo son tan reales como cualquier otro malestar físico, y entenderlos es el primer paso para reducir su impacto.

Aunque pueden generar miedo, no son peligrosos.

Con el enfoque adecuado, es posible recuperar el equilibrio y fortalecer tu salud mental y corporal.

Escuchar a tu cuerpo con atención y sin juicio puede ser una forma poderosa de sanar desde dentro.

Recursos útiles a explorar

Referencias bibliográficas

  • Barlow, D. H. (2002). Anxiety and Its Disorders: The Nature and Treatment of Anxiety and Panic. Guilford Press.
  • Clark, D. A., & Beck, A. T. (2010). Cognitive Therapy of Anxiety Disorders: Science and Practice. Guilford Press.
  • Salkovskis, P. M. (1996). Frontiers of Cognitive Therapy. Guilford Press.

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