qué significa somatización
qué significa somatización

¿Qué significa somatización?

¿Qué significa somatización?

Hablar de somatización es entrar en una de las formas más complejas que tiene el cuerpo de expresar el sufrimiento emocional.

Muchas personas acuden a consultas médicas por dolores, molestias o síntomas físicos que, pese a múltiples exámenes, no tienen una causa biológica clara.

En estos casos, aparece una pregunta esencial: ¿qué significa somatización?

Este fenómeno, reconocido tanto por la medicina como por la psicología,

es una forma en que el cuerpo comunica lo que la mente no puede o no sabe expresar con palabras.

En este artículo te explicaremos su origen, sus manifestaciones más frecuentes, su impacto en la vida diaria y cómo abordarlo desde una perspectiva cognitivo-conductual.

qué significa somatización
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¿Qué significa somatización desde la psicología?

La somatización es el proceso mediante el cual una persona experimenta síntomas físicos reales que están directamente relacionados con un malestar emocional o psicológico.

No se trata de que los síntomas sean fingidos o imaginarios.

Son totalmente reales, pero no tienen una base médica identificable que los explique del todo.

Según el DSM-5, este fenómeno se enmarca en el trastorno de somatización, y se caracteriza por la presencia de uno o más síntomas físicos que generan preocupación y deterioro en la vida cotidiana.

Desde el modelo cognitivo-conductual, se entiende que el cuerpo se convierte en un canal legítimo para expresar emociones reprimidas o conflictos no resueltos.

El CIE-11 clasifica estos cuadros dentro de los trastornos somatomorfos, subrayando que los síntomas físicos no pueden explicarse adecuadamente por una condición médica, pero generan un malestar significativo en el funcionamiento personal o social.

¿Por qué somatizamos? Causas más comunes

Las causas de la somatización son múltiples y responden a una interacción entre factores emocionales, sociales y cognitivos.

Las más frecuentes incluyen:

Dificultad para reconocer o expresar emociones

Muchas personas han sido educadas para reprimir emociones como la tristeza, la rabia o el miedo.

En lugar de ser expresadas, estas emociones se manifiestan en forma de dolores o síntomas físicos, como migrañas, problemas digestivos o tensión muscular.

Experiencias de trauma o estrés crónico

El cuerpo guarda memoria de lo vivido.

Cuando no se procesan adecuadamente eventos traumáticos, estos pueden quedar “guardados” en el cuerpo y aparecer como síntomas físicos recurrentes.

El estrés prolongado también contribuye a activar de forma continua el sistema nervioso, generando desgaste corporal.

Creencias disfuncionales sobre la salud

Desde la terapia cognitivo-conductual, se ha demostrado que muchas personas con somatización tienen pensamientos catastrofistas sobre su estado físico.

Interpretan sensaciones corporales normales como signos de una enfermedad grave, lo que aumenta su ansiedad y el foco atencional en el cuerpo.

Refuerzo social o familiar

En algunos contextos, el síntoma físico obtiene atención, cuidado o justificación social.

De forma inconsciente, esto puede reforzar el patrón de somatizar para recibir contención emocional.

¿Cómo se manifiesta la somatización?

Los síntomas más comunes asociados a la somatización incluyen:

  • Dolor generalizado o localizado (por ejemplo, dolores de cabeza, espalda o pecho).
  • Problemas gastrointestinales (náuseas, diarreas, distensión abdominal).
  • Cansancio extremo o fatiga sin causa médica.
  • Mareos o sensación de desmayo.
  • Dificultad para respirar o sensación de presión en el pecho.

Lo importante es que estos síntomas generan malestar real y preocupación, afectando la funcionalidad de la persona, su vida social, laboral o académica.

Somatización y trastornos relacionados

Es clave diferenciar la somatización de otras condiciones médicas y psicológicas.

Existen distintos cuadros clínicos donde el proceso de somatizar es un componente central:

  • Trastorno de síntomas somáticos: aparece con síntomas múltiples y persistentes, acompañados de ansiedad intensamente por la salud.
  • Trastorno de ansiedad por enfermedad (antes hipocondría): donde hay una preocupación constante por tener o contraer una enfermedad grave.
  • Trastorno de conversión: en el que se presentan síntomas neurológicos (como parálisis, pérdida de visión o convulsiones) sin base médica.

Estas categorías se diferencian por el tipo de síntomas, la duración y el foco de la preocupación.

Enfoque cognitivo-conductual para abordar la somatización

Desde la terapia cognitivo-conductual, el abordaje se centra en comprender cómo los pensamientos, emociones y comportamientos interactúan con los síntomas físicos.

Algunas técnicas útiles incluyen:

Reestructuración cognitiva

Se trabajan los pensamientos distorsionados relacionados con el cuerpo y la salud.

El objetivo es que la persona pueda cuestionar interpretaciones catastróficas y reemplazarlas por otras más realistas.

Entrenamiento en conciencia emocional

Ayuda a identificar, nombrar y expresar emociones de forma adecuada, reduciendo la necesidad de que estas se expresen mediante el cuerpo.

Técnicas de relajación y atención plena

Se enseñan ejercicios de respiración, meditación y conciencia corporal para reducir la ansiedad y mejorar la relación con el cuerpo.

Exposición interoceptiva

Consiste en enfrentar progresivamente las sensaciones físicas temidas, aprendiendo a tolerarlas sin reaccionar de forma ansiosa o evitativa.

En muchos casos, el tratamiento psicológico se complementa con intervenciones médicas para descartar enfermedades físicas, y en ocasiones se recurre a medicación ansiolítica o antidepresiva bajo supervisión médica.

Caso clínico: cuando el cuerpo habla

Carla tiene 34 años y lleva seis meses con dolores abdominales, sensación de nudo en el estómago y fatiga.

Tras múltiples exámenes médicos sin resultados claros, decide asistir a terapia psicológica.

En el proceso terapéutico se identifica que Carla atraviesa una separación amorosa y altos niveles de autoexigencia en el trabajo.

Su historia revela que desde niña aprendió a no “molestar” con sus emociones.

En la terapia cognitivo-conductual, Carla aprende a reconocer sus emociones, expresar sus necesidades y cambiar su diálogo interno.

Después de 12 sesiones, los síntomas disminuyen notablemente y mejora su calidad de vida.

Sugerencias para quien experimenta somatización

  • Comienza un diario emocional para registrar lo que sientes y cómo tu cuerpo reacciona en momentos difíciles.
  • Observa si tus síntomas aparecen en momentos de estrés o conflicto personal.
  • Busca ayuda psicológica si los síntomas interfieren con tu vida diaria y no tienen causa médica clara.
  • Aprende técnicas de atención plena y respiración para calmar tu sistema nervioso.
  • No te juzgues por sentir malestar físico sin explicación médica: tu cuerpo está comunicando algo que necesita ser escuchado.

Conclusión

Comprender qué significa somatización permite desestigmatizar una experiencia humana común y legítima.

No se trata de “estar inventando” ni de “llamar la atención”, sino de una forma compleja en que la mente y el cuerpo se relacionan.

El enfoque cognitivo-conductual ofrece herramientas eficaces para escuchar el cuerpo con más empatía, comprender el malestar emocional y recuperar el equilibrio.

Si tu cuerpo está hablando, es tiempo de escucharlo con atención y sin juicio.

Recursos a explorar

Referencias bibliográficas

  • American Psychiatric Association. (2013). DSM-5: Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Arlington, VA.
  • Organización Mundial de la Salud. (2022). CIE-11: Clasificación Internacional de Enfermedades.
  • Kirmayer, L. J., & Sartorius, N. (2007). Cultural models and somatic syndromes. Psychosomatic Medicine, 69(9), 832–840.

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