¿Qué significa crisis de pánico?
Cuando hablamos de ansiedad extrema, uno de los fenómenos más desconcertantes y aterradores que puede experimentar una persona es la crisis de pánico.
Pero ¿qué significa crisis de pánico desde una perspectiva clínica y psicológica?
Esta pregunta, aparentemente simple, encierra un fenómeno complejo que combina reacciones biológicas, pensamientos distorsionados y patrones de conducta aprendidos. Entenderlo en profundidad es el primer paso para superarlo.

¿Qué significa crisis de pánico?
Una alarma sin fuego: el cuerpo en modo emergencia
En términos generales, una crisis de pánico es una respuesta intensa del cuerpo ante una amenaza que no está presente.
Se activa el sistema nervioso simpático como si estuviera en juego la supervivencia, aunque no haya peligro real.
El corazón se acelera, la respiración se agita, se siente mareo, náuseas, sudoración o entumecimiento.
Muchas personas sienten que están a punto de desmayarse, volverse locas o incluso morir.
Esos síntomas, aunque reales, no indican una condición médica grave, sino un desajuste en la interpretación de señales internas.
Desde la psicología cognitivo-conductual, se entiende que la crisis surge cuando interpretamos sensaciones corporales benignas como peligrosas.
Por ejemplo, un pequeño cambio en la respiración puede ser interpretado como señal de asfixia, lo que dispara miedo, y ese miedo intensifica los síntomas de crisis de pánico.
Así se forma un ciclo en el que el miedo al miedo sostiene la crisis.
Lo que diferencia una crisis de ansiedad común de una crisis de pánico
Muchas personas se preguntan si la ansiedad intensa y una crisis de pánico son lo mismo.
No exactamente.
En una crisis de ansiedad, los síntomas se acumulan gradualmente y tienen una conexión clara con una preocupación o problema.
Entonces, ¿qué es una crisis de pánico?
Una crisis de pánico suele aparecer de forma repentina, sin un desencadenante evidente, y alcanza su punto máximo en cuestión de minutos.
Esa rapidez y brutal intensidad es lo que la convierte en una experiencia tan aterradora.
Es frecuente que después de una primera crisis, la persona desarrolle miedo a que vuelva a suceder. Este fenómeno se conoce como ansiedad anticipatoria.
Así, el verdadero problema no es solo la crisis en sí, sino el miedo constante a su repetición, lo que puede limitar severamente la vida cotidiana.
¿Quiénes son más propensos a experimentar las crisis de pánico?
Para comprender qué significa crisis de pánico, también es clave saber por qué algunas personas las sufren y otras no. Es decir, ¿por qué dan las crisis de pánico?
Existen factores de riesgo:
- Alta reactividad fisiológica o sensibilidad a cambios corporales.
- Pensamientos catastróficos frecuentes.
- Historia de trastornos de ansiedad o trauma psicológico.
- Estrés acumulado no resuelto.
- Rasgos de personalidad como el neuroticismo o la hipervigilancia.
No obstante, una crisis de pánico no implica necesariamente un trastorno mental.
Muchas personas sanas pueden vivir una o más crisis a lo largo de su vida sin desarrollar un trastorno de pánico.
La diferencia está en cómo se interpreta y maneja la experiencia.
¿Qué función cumple una crisis de pánico?
Desde un punto de vista evolutivo, estas respuestas corporales tienen sentido. Están diseñadas para preparar al cuerpo para luchar o huir.
El problema surge cuando ese mecanismo se activa sin necesidad.
La mente humana, al ser capaz de anticipar y preocuparse, puede disparar estos sistemas con solo imaginar una amenaza.
Por eso, una de las claves en el tratamiento es aprender a reinterpretar las señales del cuerpo y a romper la asociación entre ciertos pensamientos y el miedo incontrolado.
Sugerencias prácticas para afrontar las crisis de pánico
- Reconoce que lo que sientes es una crisis, no un infarto ni una locura. Entender esto ya reduce la intensidad.
- Practica respiración diafragmática todos los días, no solo en momentos de ansiedad.
- No te pelees con los síntomas. Acéptalos como pasajeros y deja que sigan su curso.
- Evita evitar. No huyas de situaciones por miedo a una crisis. Afrontarlas con apoyo es parte de la solución.
- Apóyate en técnicas de reestructuración cognitiva. Cuestiona tus pensamientos catastróficos y construye una narrativa más realista.
- Consulta a un profesional. Un terapeuta cognitivo-conductual puede ayudarte a identificar los patrones que mantienen tus crisis y enseñarte a cambiarlos.
Conclusión
Entender qué significa crisis de pánico va más allá de conocer los síntomas.
Implica reconocer la dinámica entre cuerpo, mente y conducta que mantiene este patrón de respuesta.
No es una señal de locura ni de debilidad, sino una respuesta exagerada a una falsa alarma. Y, lo más importante, es tratable.
Con herramientas adecuadas, conciencia y apoyo, es posible dejar atrás el miedo y recuperar la libertad.
Links de interés
- Manual de autoayuda para el pánico – Psicología UNAM
- Guía para el manejo del pánico – Anxiety Canada
Referencias bibliográficas
- Barlow, D. H. (2002). Anxiety and Its Disorders: The Nature and Treatment of Anxiety and Panic. Guilford Press.
- Clark, D. M. (1986). A cognitive approach to panic. Behaviour Research and Therapy, 24(4), 461–470.
- Craske, M. G., & Barlow, D. H. (2007). Mastery of Your Anxiety and Panic: Workbook. Oxford University Press.