qué es la autovalidación
qué es la autovalidación

¿Qué es la autovalidación?

Qué es la autovalidación

En la vida cotidiana, es común que busquemos aprobación o consuelo en otras personas cuando estamos atravesando una emoción difícil.

Sin embargo, depender exclusivamente del entorno puede debilitarnos emocionalmente.

En este contexto, surge una habilidad fundamental: la autovalidación.

Desde la psicología cognitivo-conductual, autovalidarse significa reconocer nuestras propias emociones, pensamientos y experiencias como legítimas, sin necesidad de que otros lo confirmen.

Pero ¿qué es la autovalidación y por qué es clave en el fortalecimiento de la autoestima y la autorregulación emocional? En este artículo te lo explicamos paso a paso.

qué es la autovalidación
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¿Qué es la autovalidación?

La autovalidación es el proceso interno mediante el cual una persona reconoce y acepta sus propias emociones, pensamientos y experiencias sin juzgarse ni rechazarse.

Es decir, se trata de decirse a uno mismo: “lo que siento tiene sentido”, “esto que me ocurre es real y merece atención”, o “mis pensamientos tienen un origen, aunque no siempre sean racionales”.

Esta habilidad no implica que todo lo que sentimos sea correcto o que no deba cambiar, sino que es comprensible dado nuestro contexto emocional, historia personal y situación actual.

En psicología cognitivo-conductual, se entiende que la autovalidación favorece el desarrollo de una autoestima sana, una mejor regulación emocional y mayor resiliencia frente a la crítica externa.

Diferencias entre validación externa y autovalidación

Mientras que la validación externa depende del reconocimiento o aprobación de otras personas, la autovalidación proviene del propio juicio interno.

Ambas son necesarias, pero cuando la única fuente de aprobación es externa, se genera dependencia emocional, inseguridad y dificultades para tomar decisiones alineadas con valores propios.

Autovalidar no significa aislarse o no escuchar al otro, sino aprender a ser un observador empático de uno mismo, con la capacidad de acoger el mundo interno incluso en momentos de vulnerabilidad.

¿Por qué es importante la autovalidación?

Desde una perspectiva cognitivo-conductual, la autovalidación:

  • Reduce la autocrítica y los pensamientos disfuncionales.
  • Aumenta la tolerancia a emociones difíciles como el miedo, la tristeza o el enojo.
  • Favorece el desarrollo de la autoestima y la autoaceptación.
  • Permite tomar decisiones coherentes con los propios valores.
  • Disminuye la dependencia de la aprobación externa.
  • Mejora las habilidades de afrontamiento ante el estrés.

Ejemplos cotidianos de autovalidación

  • “Me siento frustrado y eso es válido, porque estoy enfrentando una situación desafiante”.
  • “Aunque otros no lo entiendan, mi tristeza tiene sentido y merece espacio”.
  • “Me siento nervioso antes de hablar en público, y es natural que me pase”.

En todos estos casos, la persona reconoce su emoción sin juzgarla ni minimizarla, y desde ahí puede decidir cómo actuar de forma más funcional.

Caso clínico: Andrés y su necesidad de validación externa

Andrés, de 32 años, llegó a terapia con dificultades para tomar decisiones sin consultar a otros.

Se sentía ansioso cuando no recibía aprobación, y su autoestima fluctuaba según la opinión de su pareja o jefatura.

En las sesiones, se trabajó la identificación de pensamientos intrusivos, la reestructuración cognitiva y el uso de frases de autovalidación.

A lo largo del proceso, Andrés aprendió a decirse cosas como: “es comprensible que me cueste decidir, pero tengo derecho a confiar en mis criterios”.

Con el tiempo, logró disminuir su ansiedad, tomar decisiones con mayor seguridad y cultivar una autoestima más sólida y autónoma.

Estrategias para fortalecer la autovalidación

  • Observa tus emociones con curiosidad, no con juicio.
  • Utiliza frases como “lo que siento es válido”, “tiene sentido que me pase esto”, o “mi experiencia es real”.
  • Escribe un diario emocional y revisa con amabilidad lo que sientes.
  • Practica técnicas de reestructuración cognitiva para desafiar la autocrítica.
  • Permítete sentir sin necesidad de justificar o explicar todo a los demás.
  • Refuerza conductas coherentes con tus emociones: si estás triste, date permiso para descansar o hablar con alguien de confianza.

Conclusión

La autovalidación es una habilidad que se puede entrenar y fortalecer.

Al reconocer lo que sentimos sin juzgarnos, creamos un espacio interno de seguridad emocional que mejora la autoestima, disminuye la ansiedad y fortalece nuestra capacidad de actuar con libertad y coherencia.

Desde la psicología cognitivo-conductual, este proceso es clave para el desarrollo de una vida más plena y autónoma.

Validarse es escucharse con respeto: una práctica simple, pero profundamente transformadora.

Recursos a explorar

Referencias bibliográficas

  1. Linehan, M. M. (1993). Cognitive-Behavioral Treatment of Borderline Personality Disorder. Guilford Press.
  2. Neff, K. D. (2011). Self-Compassion: The Proven Power of Being Kind to Yourself. HarperCollins.
  3. Beck, J. S. (2011). Terapia cognitiva: Conceptos básicos y profundización. Desclée de Brouwer.

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