¿Qué es el desgaste profesional?
En la vida laboral moderna, cada vez más personas experimentan una fatiga persistente, desmotivación y una sensación de vacío en el trabajo.
Estos síntomas pueden estar relacionados con un fenómeno psicológico ampliamente reconocido: el desgaste profesional.
Entender qué es el desgaste profesional no solo es importante para prevenirlo, sino también para intervenir de forma temprana y eficaz.
Desde una perspectiva cognitivo-conductual y con base en los manuales DSM-5 y CIE-11, exploraremos este fenómeno que afecta tanto la salud mental como la productividad laboral.

¿Qué se entiende por desgaste profesional?
El desgaste profesional, también conocido como síndromas de burnout o síndrome de desgaste profesional, es una condición psicológica caracterizada por agotamiento emocional, despersonalización y una disminución del rendimiento personal.
No se trata simplemente de estar cansado, sino de un deterioro profundo que se instala cuando las exigencias laborales superan los recursos personales para afrontarlas.
Desde el enfoque del DSM-5, aunque el burnout no es considerado un trastorno independiente, sí aparece como un factor que influye en la salud mental, en particular en los trastornos relacionados con el estrés.
Por su parte, el CIE-11 lo clasifica como un problema asociado al empleo o al desempleo (código QD85), destacando su origen contextual y ocupacional.
Factores que contribuyen al desgaste profesional
No todas las personas en trabajos exigentes desarrollan el síndrome de burnout.
Sin embargo, hay factores que incrementan significativamente el riesgo.
Entre ellos, encontramos una carga laboral excesiva, falta de reconocimiento, relaciones laborales conflictivas y escasa autonomía.
A nivel cognitivo-conductual, también se destacan las creencias disfuncionales, como el perfeccionismo extremo o la autoexigencia desmedida, que predisponen a sobreesforzarse sin límites saludables.
Además, el contexto social y organizacional juega un rol fundamental.
Culturas laborales centradas exclusivamente en resultados, sin espacio para la expresión emocional o el autocuidado, suelen promover un entorno que favorece el desgaste profesional.
Síntomas cognitivo-conductuales del desgaste profesional
Desde el modelo cognitivo-conductual, el burnout se manifiesta con pensamientos automáticos negativos acerca del trabajo (“no doy más“, “no tiene sentido lo que hago”), conductas de evitación laboral (llegar tarde, procrastinar, ausentismo) y respuestas emocionales de irritabilidad, tristeza o ansiedad.
El individuo empieza a sentir que ha perdido la eficacia y el control sobre su desempeño, lo que refuerza un ciclo negativo.
En términos físicos, puede presentar fatiga crónica, el insomnio, dolores musculares y problemas gastrointestinales.
Psicológicamente, se relaciona con síntomas de depresión y síntomas de ansiedad, y en casos graves, con ideación de abandono del empleo o incluso de autoagresión.
Impacto del desgaste profesional en la vida diaria
El desgaste profesional no se queda en la oficina.
Tiene un impacto directo en la calidad de vida personal, afectando relaciones familiares, amistades y el disfrute de actividades recreativas.
Muchas personas experimentan una desconexión progresiva con aspectos importantes de su vida fuera del trabajo, lo que puede llevar a un aislamiento emocional significativo.
Desde el enfoque cognitivo-conductual, se observa cómo la interpretación distorsionada del rol laboral (“mi valor depende de mi rendimiento“, “si no soy el mejor, no sirvo”) alimenta la sobreimplicación y lleva al agotamiento.
Esta forma de pensar puede modificar gradualmente la percepción de uno mismo, generando una identidad centrada exclusivamente en la productividad.
Caso clínico del desgaste profesional
Carlos, ingeniero de 38 años, acudió a terapia refiriendo insomnio, irritabilidad constante y sensación de estar al límite.
Decía frases como: “No puedo más, pero no me puedo detener”. Había sido ascendido recientemente y asumido más responsabilidades sin delegar.
En sesión, se identificaron creencias disfuncionales asociadas a la autoexigencia y el miedo a decepcionar a sus superiores.
Desde la terapia cognitivo-conductual, se trabajaron técnicas de reestructuración cognitiva, entrenamiento en resolución de problemas y planificación de actividades gratificantes, lo que permitió una disminución progresiva de sus síntomas y una mayor conciencia sobre sus propios límites.
Sugerencias prácticas para el lector
- Aprende a identificar los pensamientos automáticos que refuerzan la autoexigencia y el sobreesfuerzo.
- Evalúa tus límites laborales: ¿estás dedicando tiempo a tu bienestar fuera del trabajo?
- Establece rutinas de autocuidado y descanso real, no solo distracciones pasivas.
- Practica técnicas de relajación y atención plena (mindfulness) para reducir la activación fisiológica asociada al estrés.
- Si experimentas síntomas persistentes, considera buscar ayuda profesional con un psicólogo que trabaje desde un enfoque cognitivo-conductual.
Conclusión
Comprender qué es el desgaste profesional es el primer paso para enfrentarlo con herramientas eficaces.
Este fenómeno no solo afecta el rendimiento laboral, sino también la salud emocional y las relaciones personales.
Desde la psicología cognitivo-conductual, es posible trabajar tanto en la prevención como en el tratamiento, modificando patrones de pensamiento, mejorando habilidades de afrontamiento y favoreciendo un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal.
Identificar los síntomas a tiempo y tomar acciones conscientes puede marcar una diferencia significativa en tu bienestar.
Recursos externos e internos a explorar
- Organización Mundial de la Salud – Burnout
- Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo – Riesgos psicosociales
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Referencias bibliográficas
- Maslach, C., & Leiter, M. P. (2016). Burnout: El precio del éxito. Paidos.
- American Psychiatric Association. (2013). DSM-5: Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales.
- Organización Mundial de la Salud. (2022). Clasificación Internacional de Enfermedades 11ª edición (CIE-11).