Mareos por ansiedad
Los mareos pueden ser una experiencia desconcertante.
Sensaciones como inestabilidad, vértigo o una percepción alterada del entorno suelen asociarse a problemas físicos, pero también pueden tener un origen psicológico.
Una de las causas menos conocidas —y más frecuentes en consulta psicológica— son los mareos por ansiedad.
En este artículo exploraremos cómo la ansiedad puede generar síntomas físicos tan intensos, cómo diferenciarlos de causas médicas, y qué estrategias puedes aplicar para aliviarlos.

¿Cómo se manifiestan los mareos por ansiedad?
Los mareos relacionados con la ansiedad suelen presentarse como una sensación de desequilibrio, de flotar o de que el entorno se mueve.
No siempre implican un vértigo rotatorio, pero sí una desconexión con el cuerpo y el espacio.
En ocasiones, vienen acompañados de visión borrosa, debilidad muscular o palpitaciones.
Estos síntomas pueden ser transitorios o persistentes, y su aparición suele coincidir con momentos de alta carga emocional, pensamientos catastróficos o situaciones estresantes.
La ansiedad activa el sistema nervioso simpático, liberando cortizol -la hormona de la ansiedad-, lo que provoca cambios fisiológicos como la hiperventilación, la tensión muscular o una alteración en el flujo sanguíneo cerebral.
Estos cambios pueden generar una desregulación sensorial, desencadenando mareos que no se explican por alteraciones del oído interno ni del sistema vestibular.
En ese contexto, los mareos no indican un problema físico, sino una respuesta intensa a una amenaza percibida, real o imaginaria.
¿Por qué la ansiedad genera mareos?
Desde una perspectiva cognitivo-conductual, la ansiedad es el resultado de una evaluación de peligro excesiva o distorsionada.
Cuando el cerebro interpreta algo como amenazante —aunque no lo sea objetivamente— se activa una respuesta de lucha o huida.
Esta respuesta conlleva una serie de ajustes fisiológicos: la respiración se acelera, los vasos sanguíneos se contraen, el corazón bombea más sangre y los músculos se tensan.
Uno de los efectos comunes de la hiperventilación es la alteración del equilibrio de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre, lo que puede provocar mareos, entumecimiento, visión borrosa y sensación de desrealización.
Así, el cuerpo reacciona como si estuviera en peligro, pero sin que exista una amenaza externa.
Esto genera un círculo vicioso: el miedo al mareo alimenta la ansiedad, y la ansiedad perpetúa el mareo.
Además, en personas con ansiedad generalizada o ataques de pánico, estos síntomas pueden volverse frecuentes y debilitantes.
La anticipación del malestar —”¿y si me mareo en público?”— puede llevar a evitar lugares, situaciones o actividades, lo que refuerza la ansiedad y limita la calidad de vida.
Diferencias entre mareos por ansiedad y causas médicas
Aunque los mareos por ansiedad son comunes, es fundamental descartar otras causas físicas.
Mareos persistentes o severos pueden deberse a problemas en el oído interno (como vértigo posicional paroxístico benigno), alteraciones neurológicas, cardiovasculares o metabólicas.
La evaluación médica completa es el primer paso para identificar el origen y evitar confusiones.
Algunas claves para sospechar que el mareo es de origen ansioso incluyen:
- Aparece en momentos de estrés o ansiedad aguda.
- Se acompaña de otros síntomas de ansiedad: palpitaciones, sudoración, opresión en el pecho, dificultad para respirar.
- No hay pérdida de conciencia ni caídas.
- Mejora al distraerse o al realizar ejercicios de respiración.
- Las pruebas médicas resultan normales.
Una vez descartadas las causas físicas, el abordaje psicológico se vuelve esencial para tratar el problema desde su raíz emocional.
Caso clínico: Laura y sus mareos por ansiedad en el supermercado
Laura, de 34 años, consultó por episodios de mareo repentinos que la hacían sentir inestable, como si fuera a desmayarse.
Estos episodios ocurrían principalmente en supermercados, bancos o espacios cerrados.
Inicialmente pensó que era un problema cardíaco o neurológico, pero tras múltiples estudios, los médicos no encontraron ninguna causa orgánica.
En terapia, identificamos que estos lugares activaban en ella pensamientos intrusivos como “¿y si me desmayo frente a todos?”, “¿y si me pasa algo y nadie me ayuda?”, lo que aumentaba su ansiedad.
Al trabajar en la identificación y reestructuración de estos pensamientos, practicar técnicas de exposición y aplicar ejercicios de respiración, los mareos disminuyeron hasta desaparecer. Laura pudo volver a realizar sus actividades cotidianas sin temor.
Sugerencias prácticas para manejar los mareos por ansiedad
- Descarta causas médicas: Antes de asumir que tus mareos son por ansiedad, acude a un médico para una evaluación completa.
- Observa el contexto emocional: Pregúntate en qué momentos aparecen los mareos. ¿Hay estrés, tensión o preocupación previa?
- Practica la respiración diafragmática: Respira lenta y profundamente por la nariz, llevando el aire al abdomen. Esto ayuda a contrarrestar la hiperventilación.
- Reestructura cognitiva tus pensamientos: Identifica ideas catastrofistas (“voy a desmayarme”) y reemplázalas por afirmaciones más realistas (“esto es incómodo pero pasará”).
- Evita evitar: Aunque sea tentador, no dejes de realizar actividades por miedo al mareo. La evitación mantiene el problema. Practica la exposición interoceptiva.
- Apóyate en la atención plena (mindfulness): Aprende a observar tus sensaciones sin juzgarlas ni intentar controlarlas. La ansiedad disminuye cuando dejamos de luchar contra ella.
- Busca ayuda profesional: Un psicólogo cognitivo-conductual puede ayudarte a comprender y modificar los patrones de pensamiento y comportamiento que mantienen la ansiedad.
Conclusión
Los mareos por ansiedad son una manifestación real, frecuente y tratable.
Aunque generan temor y confusión, comprender su origen psicológico permite abordarlos de manera efectiva.
La ansiedad no solo afecta la mente, también se manifiesta en el cuerpo, y el mareo es una de sus formas más comunes.
Si te sientes identificado con estos síntomas, no estás solo.
Hay estrategias, herramientas y profesionales dispuestos a ayudarte a recuperar tu bienestar y seguridad.
Recursos a explorar
- Ansiedad y síntomas físicos – Clínica Mayo
- Mareos y salud mental – NHS UK
- Insomnio por ansiedad
- Ansiedad al dormir
Referencias bibliográficas
- Clark, D. A., & Beck, A. T. (2012). The Anxiety and Worry Workbook: The Cognitive Behavioral Solution. Guilford Press.
- Barlow, D. H. (2002). Anxiety and Its Disorders: The Nature and Treatment of Anxiety and Panic. Guilford Press.
- DSM-5. (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. American Psychiatric Association.
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