Depresión tropical
Cuando escuchamos el término depresión tropical, muchas personas pueden pensar en un trastorno del estado de ánimo relacionado con el clima cálido.
Sin embargo, es importante aclarar que la expresión “depresión tropical” pertenece principalmente al campo de la meteorología, no al de la salud mental.
En psicología cognitivo-conductual, los factores ambientales sí tienen un impacto sobre el estado de ánimo, pero la “depresión tropical” no figura como un diagnóstico clínico reconocido.
Aun así, vale la pena explorar cómo el clima y ciertos entornos tropicales pueden influir en el bienestar emocional de las personas, y qué diferencia existe entre los términos populares y los conceptos clínicos validados.

Desarrollo de la Depresión tropical
1. ¿Qué es realmente una “depresión tropical”?
Desde la perspectiva meteorológica, una depresión tropical se refiere a un sistema climático caracterizado por tormentas organizadas y baja presión atmosférica en zonas tropicales.
No tiene relación directa con las emociones humanas.
A pesar de ello, algunas personas utilizan el término coloquialmente para describir un sentimiento de malestar, decaimiento o irritabilidad cuando se enfrentan a ambientes extremadamente húmedos, calurosos o lluviosos típicos de regiones tropicales.
Esta sensación subjetiva, aunque no corresponde a un trastorno diagnosticable como la depresión mayor o la distimia, sí puede impactar la calidad de vida de quienes la experimentan
Si bien la depresión tropical es un fenómeno que está en estudio, no es uno de los tipos de depresión reconocidas por el DSM-5 o CIE-11, comparte mucho de los síntomas de la depresión reconocidos.
2. ¿Puede el clima influir en el estado de ánimo?
La evidencia científica sugiere que las condiciones climáticas afectan ciertos aspectos de nuestra salud mental.
La exposición prolongada a climas extremos —como un calor sofocante o lluvias constantes— puede generar fatiga, alteraciones del sueño, irritabilidad e incluso sentimientos de tristeza o apatía.
Sin embargo, esto no implica necesariamente que estemos ante una depresión clínica.
Desde la psicología cognitivo-conductual, interpretamos estos efectos como reacciones normales a factores ambientales estresantes, que pueden gestionarse adaptando pensamientos, rutinas y comportamientos de manera consciente.
3. ¿Qué diferencia existe entre la Depresión tropical y una depresión clínica?
Un malestar emocional transitorio por causas ambientales, como podría provocar un clima tropical opresivo, no equivale a un trastorno depresivo.
Según el DSM-5-TR y la CIE-11, la depresión clínica implica un conjunto de síntomas persistentes —ánimo deprimido, pérdida de interés o placer, cambios en el apetito, trastornos del sueño, entre otros— que duran al menos dos semanas y generan un deterioro significativo en el funcionamiento diario.
Por tanto, aunque ciertas condiciones meteorológicas pueden hacernos sentir abatidos temporalmente, sólo cuando los síntomas persisten de manera significativa podríamos considerar la evaluación de un trastorno depresivo.
4. Factores que aumentan el riesgo de síntomas depresivos en ambientes tropicales
El clima tropical puede exacerbar otros factores de riesgo para la depresión.
Por ejemplo, las altas temperaturas prolongadas pueden interrumpir el sueño, aumentar la irritabilidad y reducir la motivación para realizar actividades agradables, todos ellos factores cognitivo-conductuales importantes en el mantenimiento del bienestar emocional.
Además, el aislamiento social en temporadas de fuertes lluvias o ciclones puede limitar las oportunidades de contacto social, lo que impacta negativamente el estado de ánimo.
No obstante, estas reacciones dependen de múltiples variables individuales, como la resiliencia, la percepción del entorno y los recursos de afrontamiento personales.
Sugerencias prácticas para el lector
- Mantén una rutina regular, especialmente en días de clima adverso, para preservar la sensación de estructura y control.
- Busca espacios frescos y ventilados para mejorar el confort térmico y favorecer el descanso.
- Realiza actividades placenteras bajo techo durante las temporadas de calor o lluvias intensas.
- Practica técnicas de relajación cognitivo-conductuales como la respiración profunda o la meditación guiada para manejar el malestar ambiental.
- Fortalece tu red de apoyo social para contrarrestar posibles efectos negativos del aislamiento temporal.
Conclusiones
Aunque el término depresión tropical no corresponde a un diagnóstico de salud mental reconocido, no podemos ignorar que el entorno ambiental —incluido el clima— tiene un impacto considerable sobre nuestro bienestar emocional.
Desde la perspectiva cognitivo-conductual, los desafíos que plantea vivir en un clima tropical pueden manejarse eficazmente mediante estrategias que promuevan la adaptación conductual y el ajuste cognitivo.
Comprender la diferencia entre un malestar temporal y una depresión clínica es clave para buscar la ayuda adecuada cuando sea necesario y para desarrollar mejores recursos personales frente a las condiciones externas.
Links de interés
- Organización Mundial de la Salud – Salud mental y factores ambientales
- National Institute of Mental Health – Understanding Depression
Referencias bibliográficas
- American Psychiatric Association. (2022). DSM-5-TR: Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (5ª ed. texto revisado).
- World Health Organization. (2022). International Classification of Diseases 11th Revision (ICD-11).
- Lim, Y. H., et al. (2018). “Ambient Temperature and Mood: A Systematic Review and Meta-Analysis.” International Journal of Environmental Research and Public Health.