depresión endógena
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Depresión endógena: Mito o realidad

Depresión endógena

La depresión ha sido objeto de múltiples teorías y clasificaciones a lo largo de la historia de la psicología y la psiquiatría, siendo la depresión endógena uno concepto surgido en esa línea.

Una de las más antiguas es la distinción entre depresión “endógena” y “reactiva”. Según esta visión, la depresión endógena sería aquella que surge de causas internas, biológicas, sin necesidad de un desencadenante externo evidente.

Pero ¿hasta qué punto esta categoría sigue siendo válida? ¿Estamos frente a una distinción útil o ante un concepto que necesita revisión?

Desde la psicología cognitivo-conductual y los actuales manuales diagnósticos, analizaremos si la depresión endógena es un mito, una realidad, o algo que necesita ser replanteado.

depresión endógena
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Desarrollo de la depresión endógena

1. ¿Qué se entiende históricamente por depresión endógena?

Durante buena parte del siglo XX, especialmente en los enfoques médicos más tradicionales, no se tenía una claridad a la pregunta ¿Qué es la depresión?

Se pensaba que algunas depresiones surgían sin razón aparente, como consecuencia de alteraciones biológicas internas, particularmente relacionadas con desequilibrios de neurotransmisores como la serotonina y dopamina.

A esto se le llamó “depresión endógena”, diferenciándola de la “depresión reactiva”, la cual se atribuía a eventos de vida estresantes como pérdidas, conflictos o traumas.

En esta perspectiva, la depresión endógena era vista como más grave, más resistente al tratamiento psicológico y más dependiente del tratamiento farmacológico.

2. ¿Qué dicen los actuales criterios diagnósticos para la depresión?

Hoy en día, tanto el DSM-5-TR como la CIE-11 no utilizan oficialmente la categoría de “depresión endógena“.

En cambio, los tipos de depresión se clasifican según su duración, gravedad, presencia de síntomas específicos (como características melancólicas o psicóticas) y el impacto en el funcionamiento diario, siendo los síntomas de la depresión descrito bajo criterios medibles y observables.

El enfoque moderno reconoce que todos los tipos de depresión involucran una interacción entre factores biológicos, psicológicos y sociales, abandonando la idea de una división rígida entre causas “internas” y “externas”.

Desde la perspectiva cognitivo-conductual, se comprende que incluso en depresiones severas, los patrones de pensamiento, conducta y regulación emocional tienen un papel clave.

3. ¿Qué papel juegan los factores biológicos en la depresión?

Negar la influencia biológica sería un error.

Existe amplia evidencia de que factores genéticos, alteraciones en neurotransmisores, inflamación y diferencias estructurales cerebrales pueden aumentar la vulnerabilidad a desarrollar depresión. Sin embargo, estos factores no actúan en el vacío.

Experiencias de vida, estilos de pensamiento instrusivos negativos, estrategias de afrontamiento disfuncionales y niveles de apoyo social también influyen poderosamente.

De esta manera, la depresión puede ser vista como un fenómeno bio-psico-social, donde lo biológico es importante pero no exclusivo.

4. ¿Es útil hablar de depresión endógena hoy?

Hablar de “depresión endógena” puede ser confuso y hasta contraproducente en la práctica clínica moderna.

Puede llevar a la falsa creencia de que algunas depresiones no pueden abordarse eficazmente mediante psicoterapia, cuando en realidad, las terapias basadas en la evidencia —como la cognitivo-conductual— han mostrado ser eficaces incluso en los casos más severos.

Además, esta clasificación puede hacer que las personas pierdan de vista su propia capacidad de agencia y cambio.

En lugar de preguntarnos si la depresión es “endógena” o “reactiva”, es más útil explorar cómo se mantiene el malestar en el presente y qué estrategias pueden ayudarte a como superar la depresión.

Sugerencias prácticas para el lector

  1. Comprende que la depresión, sea cual sea su origen, puede tratarse con estrategias psicológicas y médicas combinadas.
  2. Evita etiquetarte de forma limitante: no pienses que si tu depresión es “interna” no puedes mejorar.
  3. Aprende técnicas de regulación emocional y modificación de pensamientos como herramientas clave de recuperación.
  4. Consulta a un profesional de salud mental, como un psicólogo online, que trabaje desde una perspectiva integrada, considerando tanto lo biológico como lo psicológico.
  5. Recuerda que pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino un paso activo hacia tu bienestar.

Conclusiones

La idea de depresión endógena surge de un momento histórico en que la comprensión de la mente humana era más limitada.

Hoy, sabemos que los factores biológicos tienen un peso importante, pero también que la historia personal, los patrones de pensamiento y las habilidades de afrontamiento son cruciales en el desarrollo y mantenimiento de la depresión.

Desde una perspectiva cognitivo-conductual, no importa tanto el origen, sino cómo se está manifestando y qué podemos hacer en el presente para mejorar.

Así, el concepto de depresión endógena resulta ser más un mito histórico que una realidad clínica actual.

El mensaje esperanzador es claro: la recuperación es posible, con las estrategias adecuadas y el acompañamiento correcto.

Links de interés

Referencias bibliográficas

  1. American Psychiatric Association. (2022). DSM-5-TR: Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (5ª ed. texto revisado).
  2. World Health Organization. (2022). International Classification of Diseases 11th Revision (ICD-11).
  3. Beck, J. S. (2020). Cognitive Behavior Therapy: Basics and Beyond (3rd ed.). The Guilford Press.