¿Cómo calmar la abstinencia a las drogas?
La abstinencia o síndrome de abstinencia es uno de los momentos más críticos en el proceso de recuperación de una adicción.
Saber cómo calmar la abstinencia a las drogas puede marcar la diferencia entre una recaída y el fortalecimiento de la sobriedad.
Este artículo presenta estrategias efectivas desde la psicología cognitivo-conductual para afrontar este desafío y recuperar el equilibrio físico y emocional.

¿Cómo calmar la abstinencia a las drogas?
El síndrome de abstinencia aparece cuando una persona reduce o interrumpe el consumo de una sustancia a la que ha desarrollado dependencia.
El cuerpo y el cerebro, adaptados a la presencia constante de esa sustancia, reaccionan con una variedad de síntomas que van desde malestar físico hasta un fuerte desequilibrio emocional.
En este escenario, conocer herramientas prácticas para disminuir el sufrimiento y evitar la recaída es fundamental.
Comprender la abstinencia desde la psicología
Desde el modelo cognitivo-conductual, se entiende que los síntomas de abstinencia no solo son fisiológicos, sino que también están mediados por las interpretaciones cognitivas y las respuestas conductuales del individuo.
Esto significa que, si bien los síntomas tienen una base neurobiológica, la forma en que se perciben y enfrentan puede modificarse con estrategias específicas.
Algunas de las drogas que generan fuertes síndromes de abstinencia son los opioides, el alcohol, la cocaína, los sedantes, los estimulantes y el cannabis.
En todos los casos, el cuerpo entra en una fase de desregulación que puede incluir:
- Síntomas de ansiedad
- El insomnio
- Síntomas de depresión
- Sudoración
- Náuseas
- Temblores
- Irritabilidad
- Ideación suicida
Estos síntomas suelen aparecer en las primeras horas o días tras suspender el consumo, y su intensidad varía según la sustancia, la cantidad consumida y la duración del uso.
Estrategias cognitivas para aprender a cómo calmar la abstinencia a las drogas
Uno de los pilares para calmar la abstinencia es la psicoeducación. Informar al paciente sobre lo que está ocurriendo a nivel cerebral y físico ayuda a reducir la ansiedad anticipatoria.
Cuando la persona entiende que sus síntomas son temporales y parte natural del proceso de recuperación, es más probable que los tolere sin recurrir al consumo.
La reestructuración cognitiva permite identificar y cuestionar pensamientos intrusivos como “esto es insoportable” o “no voy a poder con esto”.
Sustituir esas creencias por afirmaciones como “este malestar pasará”, “ya he superado días difíciles antes” o “puedo pedir ayuda si lo necesito” refuerza la autoconfianza y el control percibido.
Asimismo, las técnicas de autoinstrucciones positivas, como repetir frases de autoafirmación durante los momentos críticos, son altamente efectivas.
Esto se puede combinar con la visualización de escenarios futuros en los que la persona ya está recuperada y libre de adicción, lo cual estimula la motivación intrínseca y la esperanza.
Recursos conductuales para calmar la abstinencia de drogas
Desde lo conductual, existen múltiples estrategias que ayudan a transitar la abstinencia sin recaer.
Una de ellas es la exposición gradual al malestar, que consiste en enseñar a la persona a tolerar el deseo de consumo sin actuar impulsivamente.
A través de esta técnica, la persona aprende que el craving (deseo intenso de consumir) no es peligroso, y que puede disminuir con el tiempo si no se responde a él.
También es útil establecer un plan de acción frente al craving, que incluya actividades alternativas como caminar, hablar con alguien, escuchar música, ducharse con agua fría, practicar respiración profunda o escribir en un diario.
Estas acciones actúan como interrupciones del impulso y generan dopamina de forma natural, ayudando al cerebro a equilibrarse.
La creación de una rutina saludable también es clave.
El sueño regular, una alimentación balanceada, la actividad física diaria y la participación en actividades gratificantes favorecen la autorregulación emocional y disminuyen el riesgo de recaída.
Cuanto más estructurado sea el día, menos espacio habrá para el ocio desorganizado o los pensamientos rumiantes que desencadenan ansiedad.
Entorno, apoyo y acompañamiento profesional
Contar con una red de apoyo es uno de los factores protectores más importantes para calmar la abstinencia.
Ya sea a través de familia, amistades, grupos de ayuda mutua o terapia, sentirse acompañado disminuye la carga emocional del proceso y mejora la adherencia al tratamiento.
En casos de abstinencia grave, especialmente con sustancias como el alcohol o los sedantes, es imprescindible contar con seguimiento médico.
Existen medicamentos que pueden ser recetados por psiquiatras para disminuir síntomas físicos intensos o regular el ánimo, como estabilizadores del estado de ánimo o ansiolíticos controlados.
La psicoterapia cognitivo-conductual guiada por un profesional capacitado ayuda a mantener el enfoque en el cambio, a identificar las trampas cognitivas y a construir una narrativa de vida alejada del consumo.
A medida que la persona avanza, se trabaja también en la prevención de recaídas y en la construcción de un proyecto vital libre de sustancias.
Caso clínico: sobre cómo calmar la abstinencia a las drogas
Carla, de 28 años, comenzó terapia para dejar el consumo de benzodiacepinas después de 5 años de uso diario.
Durante las primeras semanas, presentó temblores, ataques de pánico, insomnio y pensamientos de desesperanza.
A través de la psicoeducación, comprendió que esos síntomas eran esperables y transitorios.
Con el uso de respiración diafragmática, un registro diario de pensamientos, y el apoyo constante de su grupo terapéutico, logró reducir progresivamente los síntomas.
Hoy, tras cuatro meses de abstinencia, continúa fortaleciendo su recuperación con terapia semanal y nuevas rutinas de autocuidado.
Sugerencias prácticas para calmar la abstinencia
- Establece una rutina diaria con horarios fijos para comer, dormir y moverte.
- Identifica tus pensamientos disfuncionales y reemplázalos por afirmaciones realistas.
- Usa técnicas de respiración lenta y consciente ante síntomas de ansiedad.
- Rodéate de personas que te apoyen y comprendan tu proceso.
- Mantén un diario donde registres tus logros y emociones.
- Evita personas, lugares y objetos asociados al consumo.
- Participa en grupos de apoyo o terapias grupales.
- Recurre a ayuda profesional si los síntomas físicos o psicológicos son muy intensos.
- Recuerda que el malestar de hoy es parte del bienestar de mañana.
Conclusión
Aprender cómo calmar la abstinencia a las drogas es un paso crucial en cualquier tratamiento de adicciones.
No es solo una cuestión de resistencia, sino de entrenamiento emocional, cognitivo y conductual.
Con un acompañamiento adecuado, estrategias efectivas y una actitud compasiva hacia uno mismo, es posible atravesar el malestar y recuperar el equilibrio.
La abstinencia no es el fin del camino, sino la puerta de entrada a una vida con mayor libertad, claridad y bienestar.
Recursos a explorar
- Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA)
- Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA)
- 10 síntomas de abstinencia
- Diferencia entre drogodependencia y toxicomania
Referencias bibliográficas
- American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-5).
- Organización Mundial de la Salud. (2019). Clasificación Internacional de Enfermedades, 11ª edición (CIE-11).
- Marlatt, G. A., & Donovan, D. M. (2005). Relapse Prevention: Maintenance Strategies in the Treatment of Addictive Behaviors. Guilford Press.