ansiedad o estrés
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¿Cómo saber si tengo ansiedad o estrés?

¿Cómo saber si tengo ansiedad o estrés?

¿Te has sentido inquieto últimamente, con el cuerpo tenso y pensamientos constantes?

Muchas personas experimentan síntomas emocionales y físicos sin tener claridad sobre lo que están viviendo.

¿Es ansiedad o estrés?

Aunque ambos conceptos están estrechamente relacionados y suelen coexistir, identificar la diferencia es clave para elegir el tratamiento más adecuado.

En este artículo abordaremos cómo saber si lo que sientes es ansiedad o estrés, desde un enfoque cognitivo-conductual, y qué pasos puedes seguir para recuperar el bienestar mental.

ansiedad o estrés
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Entonces, ¿Cómo saber si tengo ansiedad o estrés?

¿Qué es el estrés?

El estrés es una respuesta fisiológica y psicológica del organismo frente a una demanda percibida como desafiante o amenazante.

Puede activarse por situaciones externas —como el trabajo, problemas familiares o exigencias académicas— o internas, como pensamientos negativos o autoexigencia.

Desde la psicología, entendemos que el estrés puede ser adaptativo en pequeñas dosis, pero si se prolonga o es demasiado intenso, puede provocar desgaste físico y emocional.

El estrés se manifiesta principalmente como una sobrecarga momentánea.

El cuerpo libera cortisol –hormona del estrés– y adrenalina, generando sensaciones de tensión muscular, fatiga, dolor de cabeza, irritabilidad o dificultad para dormir.

Sin embargo, cuando los estresores desaparecen, el malestar suele disminuir.

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad, en cambio, es un estado emocional persistente que se origina ante la percepción de amenaza, incluso en ausencia de un peligro real.

Desde el modelo cognitivo-conductual, la ansiedad se explica por pensamientos anticipatorios, interpretaciones catastróficas del entorno y respuestas conductuales de evitación.

A diferencia del estrés, la ansiedad puede mantenerse activa sin necesidad de un evento externo, lo que la hace más difícil de controlar sin ayuda profesional.

Los síntomas de ansiedad incluyen preocupaciones excesivas, taquicardia, sudoración, hipervigilancia, dificultad para concentrarse y sensación de irrealidad.

Muchas veces, las personas con ansiedad también reportan problemas gastrointestinales, crisis de pánico y evitación de situaciones sociales o cotidianas.

Principales diferencias entre ansiedad y estrés

Aunque comparten algunas manifestaciones, como la tensión muscular y la preocupación mental, existen diferencias fundamentales entre estrés y ansiedad:

Duración e intensidad

  • Estrés: aparece como respuesta inmediata a una situación concreta y desaparece cuando esta se resuelve.
  • Ansiedad: puede persistir sin un desencadenante claro, mantenerse por semanas o meses y aumentar progresivamente.

Origen

  • Estrés: tiene un origen claro, como una sobrecarga laboral, una discusión o un examen.
  • Ansiedad: surge ante interpretaciones cognitivas sobre lo que “podría pasar”, muchas veces sin una causa externa evidente.

Componentes emocionales

  • Estrés: suele estar vinculado a la presión, la exigencia y el cansancio.
  • Ansiedad: se relaciona con el miedo, la inseguridad y la anticipación negativa.

Impacto funcional

  • Estrés: afecta el rendimiento cuando se cronifica, pero puede ser manejado con pausas o descanso.
  • Ansiedad: tiende a limitar actividades cotidianas, generar evitación y requerir tratamiento psicoterapéutico o farmacológico.

¿Cómo saber si tengo ansiedad o estrés?

Para saber si estás viviendo ansiedad o estrés, puedes comenzar por observar lo siguiente:

  • ¿Tienes una situación específica que te causa presión?
    Si hay una causa concreta y reciente (por ejemplo, una entrega laboral), probablemente se trate de estrés.
  • ¿Tus síntomas se mantienen incluso cuando estás en reposo?
    Si el malestar sigue aunque ya no hay un estímulo estresante, podría tratarse de ansiedad.
  • ¿Tus pensamientos giran en torno al futuro de forma negativa?
    La preocupación excesiva e irracional es característica de la ansiedad.
  • ¿Sientes que tu cuerpo no puede más y necesitas descansar?
    El estrés suele causar agotamiento físico.
  • ¿Evitas ciertas situaciones por miedo a que algo malo pase?
    Este patrón es típico de la ansiedad.

Un psicólogo clínico puede ayudarte a hacer un diagnóstico claro.

No es raro que ambos estados coexistan: una persona puede estar estresada por el trabajo y desarrollar ansiedad como consecuencia del estrés sostenido.

Sugerencias para manejar el estrés o la ansiedad

  1. Identifica tus estresores y pensamientos intrusivos: Pregúntate qué estás pensando y cómo estás interpretando las situaciones. Llevar un diario de gratitud puede ayudarte.
  2. Aplica técnicas de respiración consciente: La respiración diafragmática y la atención plena son útiles tanto para estrés como para ansiedad.
  3. Haz ejercicio físico regular: El movimiento ayuda a bajar el cortisol y mejora el estado de ánimo.
  4. Regula tus hábitos de sueño: Dormir mal empeora ambos estados emocionales. Incorporar la práctica de la higiene del sueño.
  5. Pide ayuda profesional: Un psicólogo puede enseñarte estrategias específicas, como la reestructuración cognitiva o la exposición gradual.

Conclusión

Diferenciar si estás experimentando ansiedad o estrés es el primer paso para recuperar el equilibrio emocional.

Aunque ambos comparten síntomas y pueden parecer similares, entender su origen, duración e impacto te permitirá actuar de forma más efectiva.

Si sientes que el malestar interfiere en tu vida diaria, busca ayuda profesional: la intervención temprana mejora significativamente la calidad de vida y previene trastornos mayores.

En terapiaconrazon.com, estamos comprometidos en acompañarte en este proceso con herramientas basadas en la evidencia y una mirada empática.

Recursos útiles para explorar

Referencias bibliográficas

  1. Beck, J. S. (2011). Terapia cognitiva: Conceptos básicos y profundización. Ediciones Paidós.
  2. American Psychiatric Association. (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5®). Editorial Médica Panamericana.
  3. Selye, H. (1974). Stress without Distress. J.B. Lippincott Company.
  4. Barlow, D. H. (2002). Anxiety and Its Disorders: The Nature and Treatment of Anxiety and Panic. Guilford Press.

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