Alcoholismo agudo
Muchas personas conocen los efectos del consumo excesivo de alcohol, pero no todos han escuchado el término alcoholismo agudo.
Esta expresión suele generar confusión, ya que comúnmente asociamos el alcoholismo con una conducta crónica y progresiva.
Sin embargo, el alcoholismo agudo se refiere a un estado específico e intenso de intoxicación etílica que tiene implicancias físicas y psicológicas inmediatas, y que puede poner en riesgo la vida si no se aborda de forma adecuada.
Comprender qué es el alcoholismo agudo, cómo se diferencia de otras formas de consumo problemático y qué papel cumple la psicología en su abordaje, resulta fundamental para reconocer señales de alerta y actuar a tiempo.

¿Qué es el alcoholismo agudo?
El término alcoholismo agudo no aparece como tal en los manuales diagnósticos como el DSM-5 o el CIE-11, ya que el concepto técnico es trastorno por consumo de alcohol.
También existen tipos de alcoholismo que ayudan a comprender el fénomeno de este trastorno por consumo de alcohol.
Sin embargo, en el lenguaje clínico y médico se utiliza para describir un estado de intoxicación etílica aguda, es decir, un episodio de consumo excesivo de alcohol que genera alteraciones significativas en el estado de conciencia, el juicio, la conducta y las funciones vitales.
Este tipo de intoxicación puede presentarse en personas sin antecedentes de dependencia alcohólica, aunque es más frecuente en quienes tienen un patrón de consumo problemático.
Lo importante aquí es que se trata de una situación de riesgo inmediato, en la que el organismo se ve sobrecargado por la cantidad de alcohol ingerido en poco tiempo.
Desde una mirada psicológica, el alcoholismo agudo también puede ser el reflejo de un intento de evasión emocional, una expresión impulsiva o una señal de un trastorno subyacente como ansiedad, depresión o impulsividad mal regulada.
Síntomas del alcoholismo agudo
Los síntomas de alcoholismo agudo aparecen rápidamente y varían en intensidad según la cantidad de alcohol, la tolerancia individual, el estado nutricional y otros factores personales.
Entre los sintomas de alcoholismo más comunes se encuentran:
- Alteraciones en la coordinación motora (mareo, dificultad para caminar).
- Lenguaje arrastrado y dificultad para hablar con claridad.
- Cambios emocionales bruscos (euforia, irritabilidad, llanto).
- Pérdida de memoria a corto plazo o “lagunas mentales”.
- Juicio alterado y toma de decisiones impulsiva.
- Náuseas, vómitos y deshidratación.
- Respiración lenta o irregular en casos severos.
- Pérdida de la conciencia y riesgo de coma etílico.
En casos graves, el alcoholismo agudo puede comprometer la función respiratoria, cardiovascular y cerebral, llegando incluso a causar la muerte por intoxicación etílica.
Por eso es fundamental reconocer a tiempo esta condición y actuar con urgencia.
Diferencias entre alcoholismo agudo y crónico
El alcoholismo crónico se refiere a un patrón sostenido de consumo de alcohol que cumple con los criterios de trastorno por consumo de alcohol (según DSM-5).
Implica tolerancia creciente, síndrome de abstinencia, consumo continuado pese a consecuencias negativas, y un deterioro generalizado en la vida personal, laboral y social.
En cambio, el alcoholismo agudo hace referencia a un episodio puntual, aunque potencialmente grave. Puede ser la manifestación de una conducta ocasional (como el “binge drinking” o consumo compulsivo en fiestas), o una fase dentro de un patrón crónico.
Desde la psicología cognitivo-conductual, ambos tipos de consumo deben ser abordados con seriedad, ya que incluso un episodio agudo puede tener efectos traumáticos o llevar a conductas de alto riesgo como accidentes, violencia o intoxicaciones severas.
Caso clínico: episodio de alcoholismo agudo en un joven adulto
Matías, de 23 años, acudió a urgencias tras haber consumido gran cantidad de alcohol en una fiesta universitaria.
Fue encontrado inconsciente por sus compañeros, con vómitos y dificultad para respirar.
En el hospital, fue diagnosticado con intoxicación etílica aguda.
Nunca había presentado dependencia previa, pero se identificó un patrón reciente de consumo excesivo como forma de manejar el estrés académico y rupturas afectivas.
Tras su estabilización médica, se derivó a psicoterapia cognitivo-conductual, donde se trabajaron estrategias de regulación emocional, habilidades sociales y reestructuración cognitiva de creencias disfuncionales sobre el alcohol (“necesito tomar para relajarme”).
Este caso ilustra cómo el alcoholismo agudo puede ser un llamado de atención psicológico más que un hecho aislado.
Intervención psicológica en el alcoholismo agudo
Aunque la atención médica es prioritaria en los casos de alcoholismo agudo, la intervención psicológica juega un rol fundamental en la prevención de nuevos episodios.
Desde el enfoque cognitivo-conductual, el tratamiento incluye:
- Psicoeducación sobre los efectos del alcohol en el cuerpo y la mente.
- Identificación de disparadores emocionales y contextuales que llevan al consumo.
- Desarrollo de habilidades de afrontamiento para el estrés, la ansiedad o la presión social.
- Reestructuración cognitiva de creencias disfuncionales (“si no bebo, no me divierto”).
- Técnicas de autocontrol y planificación conductual (por ejemplo, límites claros antes de eventos sociales).
- Fortalecimiento del apoyo social y motivación para el cambio.
En algunos casos, especialmente si se identifican factores de riesgo como tipos de depresión o consumo frecuente, se recomienda complementar con atención psiquiátrica o intervención familiar.
Sugerencias para prevenir episodios de alcoholismo agudo
- Conoce tus límites: no todos metabolizan el alcohol igual.
- No bebas con el estómago vacío: aumenta el riesgo de intoxicación.
- Evita juegos o competencias de consumo.
- Establece un número máximo de bebidas antes de salir.
- Alterna con agua o bebidas no alcohólicas.
- Evita usar el alcohol como forma de evadir problemas emocionales.
- Busca apoyo psicológico si notas que recurres al alcohol en momentos de crisis.
Promover un consumo responsable y consciente es una estrategia clave desde la salud mental.
Conclusión
El alcoholismo agudo es un estado de intoxicación grave que requiere atención médica inmediata y reflexión psicológica posterior.
No se trata solo de una borrachera pasajera, sino de una señal de alerta que puede reflejar un patrón de afrontamiento disfuncional o una desconexión con las propias emociones.
Desde la psicología cognitivo-conductual, este tipo de episodios representan una oportunidad para intervenir a tiempo y prevenir consecuencias mayores.
Si tú o alguien cercano ha vivido una experiencia similar, no dudes en pedir ayuda: entender lo que ocurre es el primer paso hacia el cambio.
Recursos a explorar
Referencias bibliográficas
- American Psychiatric Association. (2013). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5).
- Organización Mundial de la Salud. (2018). Global status report on alcohol and health.
- Marlatt, G. A., & Donovan, D. M. (2005). Relapse Prevention: Maintenance Strategies in the Treatment of Addictive Behaviors.
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