actividades para trabajar la frustración en niños con TEA
actividades para trabajar la frustración en niños con TEA

7 actividades para trabajar la frustración en niños con TEA

Actividades para trabajar la frustración en niños con TEA

La frustración es una emoción universal que aparece cuando no conseguimos lo que deseamos o cuando enfrentamos obstáculos en nuestro camino.

En el caso de los niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA), esta experiencia suele ser más frecuente e intensa debido a las dificultades en la comunicación, la flexibilidad cognitiva y la regulación emocional.

Comprender cómo surge y qué estrategias aplicar es fundamental para favorecer su desarrollo, reducir conductas problemáticas y mejorar su calidad de vida.

Desde la psicología cognitivo-conductual, es posible enseñar a los niños con TEA habilidades que les permitan manejar la frustración de manera adaptativa.

Una de las herramientas más efectivas es la implementación de actividades prácticas y estructuradas, diseñadas para entrenar la tolerancia al malestar, promover la calma y desarrollar la flexibilidad mental.

En este artículo abordaremos la importancia de trabajar la frustración en niños con TEA y presentaremos 7 actividades para trabajar la frustración en niños con TEA, pensadas para padres, cuidadores y profesionales que acompañan este proceso.

actividades para trabajar la frustración en niños con TEA
actividades para trabajar la frustración en niños con TEA

7 actividades para trabajar la frustración en niños con TEA

¿Por qué los niños con TEA presentan más frustración?

Los niños con TEA tienden a experimentar mayor frustración debido a tres factores centrales. Primero, las dificultades en la comunicación verbal y no verbal, que pueden impedir expresar lo que sienten o necesitan, generando reacciones de irritabilidad.

Segundo, la rigidez cognitiva, que se refleja en la preferencia por rutinas y en la resistencia a cambios inesperados, lo que aumenta el malestar cuando algo no ocurre como lo anticipaban.

Tercero, la hipersensibilidad sensorial, que puede intensificar su reacción emocional frente a estímulos cotidianos como ruidos, luces o cambios ambientales.

Desde el enfoque cognitivo-conductual, trabajar estas áreas implica enseñar habilidades de regulación emocional, entrenar la flexibilidad y usar reforzadores positivos para promover conductas más adaptativas.

Consecuencias de no abordar la frustración en TEA

Si la frustración no se trabaja adecuadamente, puede transformarse en explosiones de ira, conductas de evitación o incluso en aislamiento social.

A nivel escolar, la falta de estrategias para manejar la frustración puede dificultar la integración en actividades grupales y el cumplimiento de rutinas académicas. En casa, puede generar tensiones familiares y agotamiento en los cuidadores.

Por esta razón, es crucial proporcionar a los niños con TEA un conjunto de herramientas que les permitan comprender lo que sienten, anticipar cambios y manejar la incomodidad de manera progresiva.

7 actividades para trabajar la frustración en niños con TEA

  1. Uso de pictogramas emocionales: Crear un panel con dibujos que representen emociones básicas (alegría, tristeza, frustración, calma). Cuando el niño se frustra, se le anima a señalar cómo se siente, facilitando el reconocimiento y la comunicación de su emoción.
  2. Caja de la calma: Preparar una caja con objetos que ayuden a autorregularse, como pelotas antiestrés, juguetes sensoriales, música suave o burbujas de jabón. Enseñar al niño a recurrir a la caja cuando sienta frustración refuerza la autorregulación.
  3. Respiración guiada con apoyo visual: Usar imágenes de globos o velas para enseñar al niño a inhalar profundamente y exhalar lentamente. Esta técnica ayuda a disminuir la activación fisiológica asociada a la frustración.
  4. Historias sociales: Elaborar pequeños relatos ilustrados que muestren situaciones cotidianas donde el niño puede sentirse frustrado y cómo afrontarlas adecuadamente. Por ejemplo: “Cuando no puedo usar mi juguete favorito, puedo esperar y jugar con otro mientras tanto”.
  5. Juego de turnos: Practicar actividades que requieran esperar, como juegos de mesa sencillos. Reforzar con elogios cada vez que el niño tolere la espera fortalece la paciencia y la flexibilidad cognitiva.
  6. Rutinas con anticipación visual: Usar calendarios visuales para mostrar cambios en la rutina (visitas al médico, salidas, nuevas actividades). Anticipar ayuda a disminuir la frustración derivada de lo inesperado.
  7. Refuerzo positivo inmediato: Premiar los intentos de manejar la frustración con gestos de aprobación, recompensas simbólicas o actividades que disfrute. El refuerzo positivo consolida el aprendizaje de estrategias más adaptativas.

Ejemplo práctico

Imaginemos a un niño con TEA que suele frustrarse cuando no puede ver su programa favorito.

Aplicando estas actividades, sus padres colocan un calendario visual donde anticipan que ese día habrá otra actividad.

Cuando aparece la frustración, le ofrecen la caja de la calma y lo guían en la respiración.

Luego, refuerzan su esfuerzo con un elogio y un tiempo de juego compartido. Este proceso, repetido con constancia, enseña al niño que puede manejar su malestar sin recurrir a explosiones de ira.

Sugerencias prácticas para el lector

  1. Integra estas actividades de forma gradual, no todas a la vez.
  2. Sé consistente: la repetición diaria es clave para que el niño aprenda nuevas habilidades.
  3. Refuerza siempre los pequeños logros con afecto y reconocimiento.
  4. Adapta cada estrategia al nivel de desarrollo y a los intereses del niño.
  5. Busca apoyo profesional si notas que la frustración genera un impacto significativo en la vida familiar o escolar.

Conclusiones

Trabajar la frustración en niños con TEA es una tarea fundamental para su desarrollo emocional y social.

Desde la psicología cognitivo-conductual, las actividades propuestas permiten entrenar la autorregulación, aumentar la tolerancia a la frustración y promover una mejor adaptación al entorno.

La clave está en enseñar con paciencia, constancia y refuerzo positivo, convirtiendo cada momento de frustración en una oportunidad de aprendizaje.

Con estas 7 actividades para trabajar la frustración en niños con TEA, padres, cuidadores y educadores cuentan con un conjunto de herramientas prácticas y accesibles para acompañar a los niños en el fortalecimiento de su resiliencia y bienestar.

Links de interés

Referencias bibliográficas

  • Attwood, T. (2007). The Complete Guide to Asperger’s Syndrome. Jessica Kingsley Publishers.
  • Beck, J. S. (2011). Cognitive Behavior Therapy: Basics and Beyond. Guilford Press.
  • Gray, C. (2010). The New Social Story Book. Future Horizons.
  • Koegel, L. K., & LaZebnik, C. (2009). Growing Up on the Spectrum. Pengu