Acciones de autocompasión
En un mundo donde la autocrítica y la autoexigencia están normalizadas, cultivar la autocompasión puede parecer un desafío.
Sin embargo, practicar pequeñas acciones de autocompasión en la vida diaria es una forma efectiva de construir una autoestima sana y un bienestar emocional más estable.
Desde la psicología cognitivo-conductual, la autocompasión no es solo un sentimiento, sino una serie de conductas concretas que podemos aplicar para cuidarnos, aceptar nuestras imperfecciones y motivarnos desde el cariño, no desde el miedo.

10 acciones de autocompasión
¿Por qué realizar acciones de autocompasión?
La investigación de Kristin Neff demuestra que las personas compasivas consigo mismas presentan menos síntomas de ansiedad y depresión, y mayor resiliencia frente a la adversidad.
Desde la perspectiva cognitivo-conductual, las acciones de autocompasión ayudan a interrumpir patrones de pensamiento negativos y a generar emociones más equilibradas. Estas acciones fomentan un sentido de valor personal independiente de los resultados externos.
10 acciones de autocompasión para la vida diaria
- Habla contigo mismo como con un amigo querido
Cuando cometas un error, en lugar de insultarte, pregúntate: “¿Qué le diría a alguien que quiero si estuviera en mi lugar?”. - Permítete descansar sin culpa
Reconoce cuando tu cuerpo y mente necesitan una pausa, y tómate un momento para relajarte sin pensar que estás perdiendo el tiempo. - Practica la atención plena con amabilidad
Observa tus emociones difíciles con curiosidad y sin juzgarte. Repite mentalmente: “Esto es difícil, pero es parte de ser humano”. - Escribe una carta compasiva para ti
Redacta un texto en el que reconozcas tus desafíos y te ofrezcas palabras de apoyo y comprensión. - Rodéate de recordatorios visuales
Coloca frases o imágenes que te inspiren a ser más amable contigo en lugares visibles como tu escritorio o el espejo del baño. - Agradece tus esfuerzos diarios
Al final de cada día, identifica al menos una acción que hayas realizado con intención positiva, sin importar lo pequeña que sea. - Haz un gesto físico de consuelo
Coloca tu mano sobre el corazón o date un abrazo breve cuando te sientas abrumado, activando el sistema de cuidado del cerebro. - Practica la reestructuración cognitiva con autocompasión
Cuando surja un pensamiento crítico, cámbialo por uno más compasivo, por ejemplo: “No soy un fracaso, estoy aprendiendo”. - Crea un ritual de autocuidado semanal
Dedica un espacio fijo en la semana para hacer algo que te genere placer y bienestar, como leer, caminar o meditar. - Recuerda tu humanidad compartida
Cuando te sientas solo en tu sufrimiento, recuerda que todos enfrentamos dificultades y que tus emociones no te hacen débil, sino humano.
Sugerencias prácticas para el lector
- Elige dos de estas acciones de autocompasión para practicarlas durante esta semana y observa cómo influyen en tu diálogo interno.
- Escribe tus frases compasivas favoritas en una libreta o en tu celular y léelas cuando notes que surge la autocrítica.
- Comparte estas acciones con alguien de confianza para fomentar un ambiente de apoyo mutuo.
Conclusiones
Aplicar acciones de autocompasión de manera consciente en la vida diaria fortalece la autoestima, reduce la autocrítica y mejora la regulación emocional.
Desde la psicología cognitivo-conductual, estas conductas nos ayudan a motivarnos desde la amabilidad en lugar del castigo, fomentando un crecimiento personal más saludable y sostenible en el tiempo.
La autocompasión no es un lujo, sino una habilidad esencial para el bienestar.
Links de interés
Referencias bibliográficas
- Neff, K. D., & Germer, C. K. (2018). The mindful self-compassion workbook. Guilford Press.
- Gilbert, P. (2010). Compassion focused therapy. Routledge.
- Germer, C. K., & Neff, K. D. (2013). Self-compassion in clinical practice. Journal of Clinical Psychology, 69(8), 856–867.