La ansiedad
La ansiedad es una respuesta emocional y fisiológica ante situaciones percibidas como amenazantes.
Si bien es una experiencia natural, cuando se vuelvela ansiedad de forma excesiva en el día o hasta convertirse en ansiedad crónica, puede interferir significativamente en la vida cotidiana.
Desde la perspectiva cognitivo-conductual, la ansiedad está relacionada con patrones de pensamiento disfuncionales, que amplifican las emociones de miedo y preocupación.
Afortunadamente, existen técnicas efectivas para reducir estos pensamientos intrusivos y ayudar a recuperar el control emocional.
A continuación, exploramos tres ejercicios prácticos para manejar la ansiedad.

Entrena estos ejercicios para manejar la ansiedad
1. La Objetivización de los Pensamientos en la Ansiedad
El primer paso en el manejo de la ansiedad es aprender a identificar y desafiar los pensamientos automáticos que nos generan malestar.
Los individuos con ansiedad suelen experimentar pensamientos distorsionados que amplifican sus miedos.
La objetivización de los pensamientos es un ejercicio de reestructuración cognitiva, que permite ver estos pensamientos desde una perspectiva más lógica y racional.
¿Cómo funciona?
- Escribe tus pensamientos ansiosos: Tómate un momento para anotar todo lo que te está preocupando. No importa lo irracionales o exagerados que parezcan, lo importante es expresarlos por escrito.
- Desafía esos pensamientos: Examina cada uno de ellos y pregúntate: “¿Hay evidencia que respalde este pensamiento? ¿Es tan catastrófico como lo percibo? ¿Qué tan probable es que ocurra lo que estoy temiendo?”
- Reemplaza el pensamiento distorsionado por uno más realista: Por ejemplo, si piensas “Me voy a equivocar y todo saldrá mal”, reemplázalo por “Puedo cometer errores, pero eso no significa que sea un fracaso total”.
Este ejercicio ayuda a reducir la intensidad de los pensamientos ansiosos al cuestionar su validez y permite a la persona reencuadrar la situación de una forma más adaptativa.
2. Análisis Situacional de Preocupaciones en la Ansiedad
Un ejercicio efectivo para la ansiedad es el análisis situacional de preocupaciones, que permite descomponer las preocupaciones y analizarlas de manera estructurada.
Muchas veces, las personas con ansiedad se enfocan en escenarios futuros negativos que no han sucedido aún.
Este ejercicio ayuda a poner en perspectiva esos temores.
¿Cómo funciona?
- Identifica la preocupación: Escribe específicamente lo que te está causando ansiedad. Por ejemplo, “Estoy preocupado por la presentación que tengo que hacer mañana”.
- Evalúa la probabilidad: Reflexiona sobre la probabilidad real de que lo que temes ocurra. Pregúntate: “¿Cuáles son las probabilidades de que algo salga mal? ¿Qué evidencia tengo de que eso sucederá?”
- Explora alternativas y soluciones: Piensa en posibles soluciones o pasos que podrías tomar para minimizar el riesgo. En el caso de la presentación, esto podría ser practicar más o prepararte mejor.
- Reevaluación de las consecuencias: Reflexiona sobre qué tan catastrófico sería si algo saliera mal, y qué tan fácilmente podrías manejar la situación si ocurriera.
Al practicar este análisis, el cerebro se acostumbra a ver las preocupaciones de manera más racional y menos catastrofista.
Este ejercicio también facilita la toma de decisiones y el control sobre las emociones.
3. Análisis de Creencias Limitantes en la Ansiedad
Las creencias limitantes son pensamientos profundamente arraigados que nos impiden avanzar o manejar la ansiedad de manera efectiva.
Estas creencias suelen estar relacionadas con la autoimagen o el miedo al fracaso.
El análisis de creencias limitantes es una técnica que busca identificar estas creencias y desafiarlas.
¿Cómo funciona?
- Identifica tus creencias limitantes: Pregúntate a ti mismo: “¿Qué cosas creo sobre mí mismo o sobre el mundo que me están limitando?”. Ejemplos comunes incluyen “No soy lo suficientemente bueno” o “Nunca lograré mis objetivos”.
- Cuestiona la validez de estas creencias: Pregúntate: “¿Realmente es cierto esto? ¿Hay pruebas que lo respalden? ¿Puedo pensar en ejemplos donde haya superado esta creencia?”
- Reemplaza la creencia limitante: Después de desafiar la creencia, reemplace con una creencia más empoderadora y realista. En lugar de pensar “No soy capaz de hacerlo”, podrías decir “He enfrentado desafíos antes y puedo manejar este también”.
Este ejercicio tiene el poder de cambiar la manera en que te ves a ti mismo y te permite abordar la ansiedad desde un lugar de mayor confianza y autocompasión.
Conclusión: Sugerencias Prácticas para el Lector
La ansiedad puede sentirse abrumadora, pero con la práctica de estos ejercicios cognitivos, es posible tomar el control sobre los pensamientos y emociones que alimentan la ansiedad.
Aquí hay algunas sugerencias para integrar estos ejercicios en tu vida diaria:
- Dedica tiempo a la autoobservación: Reflexiona regularmente sobre tus pensamientos y emociones, especialmente cuando sientas que la ansiedad está tomando el control.
- Sé paciente contigo mismo: El cambio cognitivo toma tiempo. No te desanimes si los resultados no son inmediatos; la práctica constante de estos ejercicios hará que se vuelvan más naturales.
- Busca apoyo cuando lo necesites: Hablar con un terapeuta o un profesional de la salud mental puede ser muy útil para profundizar en estos ejercicios y obtener orientación adicional. Una atención psicológica online puede ser de mucha ayuda.
Recuerda que la ansiedad no define quién eres.
Con los ejercicios y estrategias adecuados, puedes aprender a manejarla y llevar una vida más equilibrada y tranquila.
Si quieres saber más sobre cómo los enfoques cognitivo-conductuales pueden ayudarte, te invitamos a consultar más recursos y buscar el apoyo adecuado.
Referencias:
- Beck, A. T. (1976). Cognitive Therapy and the Emotional Disorders. New York: Meridian.
- Hofmann, S. G., Asnaani, A., Vonk, I. J., Sawyer, A. T., & Fang, A. (2012). The Efficacy of Cognitive Behavioral Therapy: A Review of Meta-analyses. Cognitive Therapy and Research, 36(5), 427–440.
- Haby, M. M., & Andrews, G. (2004). The Cost-effectiveness of Psychological Interventions for Generalized Anxiety Disorder. Journal of Clinical Psychology, 60(7), 775-784.
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Consulta aquí sobre cómo el CBT puede ayudarte.
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