Adicción a las drogas
La adicción a las drogas no ocurre de la noche a la mañana. Es un proceso progresivo, que comienza muchas veces con el uso ocasional, sigue con el uso recreativo y, en algunos casos, desemboca en una dependencia psicológica y física. Pero ¿dónde está ese límite? ¿En qué momento el consumo se convierte en un problema?
Desde la perspectiva de la psicología cognitivo-conductual, entendemos la adicción como una conducta aprendida que se mantiene por sus efectos inmediatos (alivio, euforia, evasión emocional), y que se vuelve problemática cuando interfiere significativamente en el funcionamiento personal, familiar, social o laboral de la persona.
Este artículo busca responder con claridad a la pregunta: ¿cuándo comienza una adicción a las drogas?, entregándote herramientas para reconocer los signos tempranos del problema, una tabla comparativa útil, y pasos concretos para prevenir o enfrentar esta situación.

¿Qué entendemos por adicción a las drogas?
La definición de adicción se entiende como una dependencia psicológica y/o física a una sustancia, donde existe:
- Dificultad para controlar el consumo.
- Deseo intenso o “craving”.
- Síntomas de abstinencia al interrumpir el uso.
- Uso continuado a pesar de consecuencias negativas.
No se trata solo de la frecuencia del consumo, sino de cómo y por qué se consume.
Desde la TCC, el foco está en el análisis funcional de la conducta: ¿Qué emoción o pensamiento activa el consumo? ¿Qué consecuencias refuerzan su repetición?
Uso ocasional vs. uso problemático: ¿Dónde está la línea de la adicción a las drogas?
Muchas personas consumen sustancias como el alcohol o el cannabis de manera ocasional, sin desarrollar una adicción. Sin embargo, el riesgo aumenta con ciertos patrones de uso, especialmente cuando:
- Se utiliza para evitar emociones difíciles (como para la ansiedad o la tristeza).
- Se pierde el control sobre la cantidad o frecuencia.
- Se prioriza el consumo sobre otras actividades importantes.
- Aparece tolerancia (necesidad de más dosis para el mismo efecto).
Veamos una tabla comparativa para clarificar la diferencia entre uso normal o recreativo y uso adictivo según la frecuencia:
Uso recreativo vs. uso adictivo según frecuencia
Sustancia | Uso recreativo o ocasional | Uso adictivo o problemático |
---|---|---|
Alcohol | 1–2 veces al mes, sin necesidad emocional asociada | 3+ veces por semana, con uso para calmar ansiedad o insomnio |
Marihuana | 1 vez cada 2 semanas, en contexto social | Uso diario o casi diario, para evitar emociones |
Cocaína | 1 vez al año, en eventos específicos | Uso semanal o más frecuente, con pérdida de control |
Éxtasis (MDMA) | Esporádico (menos de 4 veces al año) | Uso mensual o más, tolerancia y búsqueda del mismo efecto |
Metanfetaminas | No recomendable ni en pequeñas dosis | Uso repetido semanal o diario, deterioro físico y psicológico |
Hongos | Uso en contexto terapéutico o esporádico (menos de 3 veces/año) | Uso repetido para escapar de la realidad o evadir conflictos |
⚠️ Nota importante: el uso recreativo también puede tener riesgos, pero el uso adictivo implica pérdida de control, compulsividad y deterioro funcional. Fuente DSM-V.
¿Cuándo comienza la adicción a las drogas?
Desde el modelo cognitivo-conductual, la adicción no comienza con la primera dosis, sino cuando el consumo:
- Se convierte en una estrategia regular para afrontar emociones.
- Empieza a formar parte de la rutina diaria o semanal.
- Se hace difícil de postergar o evitar, aunque haya consecuencias.
Generalmente, hay señales tempranas antes de que la adicción se instale por completo:
- Uso más frecuente de lo planeado.
- Aislamiento social o pérdida de interés por actividades anteriores.
- Justificación constante del consumo (“me lo merezco”, “no es tan grave”).
- Uso a escondidas o con culpa.
- Necesidad de aumentar la dosis para obtener el mismo efecto.
¿Por qué algunas personas desarrollan adicción y otras no?
Existen múltiples factores que influyen en el desarrollo de una adicción.
Estos no son excusas, sino variables de riesgo que deben considerarse:
Factores personales:
- Trastornos de salud mental no tratados (ansiedad, depresión, trauma).
- Baja tolerancia a la frustración o impulsividad.
- Carencias en habilidades de regulación emocional.
Factores familiares y sociales:
- Entornos donde el consumo está normalizado.
- Falta de vínculos afectivos saludables.
- Experiencias adversas en la infancia.
Factores de la sustancia:
- Poder adictivo de la droga (por ejemplo, las metanfetaminas generan adicción más rápidamente que el alcohol).
- Método de consumo (inyección, inhalación, etc.).
- Disponibilidad y accesibilidad.
Desde la TCC, es clave identificar los refuerzos que mantienen la conducta adictiva: si una persona usa marihuana porque le permite “no pensar”, la clave está en trabajar su relación con el pensamiento, no solo con la sustancia.
¿Qué hacer si identifico un patrón adictivo?
Si reconoces que tú o alguien cercano está cruzando la línea hacia una adicción a las drogas, aquí hay pasos concretos para intervenir:
1. Reconocer el problema
Este es el paso más difícil y más importante.
Dejar de justificar o minimizar el uso, y aceptar que hay una pérdida de control.
2. Buscar apoyo profesional
La terapia cognitivo-conductual ha demostrado ser altamente efectiva en el tratamiento de adicciones. Se trabaja en:
- Identificación de desencadenantes.
- Reestructuración cognitiva de pensamientos instrusivos.
- Desarrollo de habilidades de afrontamiento.
- Prevención de recaídas.
También la terapia con psicólogo online puede resultarte muy útil para aclarar tus dudas y comenzar con un tratamiento de apoyo.
3. Establecer un plan de cambio
Este plan puede incluir:
- Reducción progresiva del consumo.
- Cambio de rutinas y contextos de consumo.
- Actividades alternativas que generen placer y conexión.
- Acompañamiento terapéutico individual o grupal.
4. Incluir la red de apoyo
Hablar con una persona de confianza, involucrar a la familia o buscar grupos de ayuda (como Narcóticos Anónimos) puede marcar una gran diferencia.
Sugerencias prácticas para prevenir o revertir una adicción
- Evalúa honestamente tu relación con las sustancias.
- Lleva un registro de cuándo, cuánto y por qué consumes.
- Identifica emociones o pensamientos que suelen anteceder el uso.
- Practica técnicas de regulación emocional (respiración, mindfulness).
- Establece límites claros para ti mismo (días libres de consumo, por ejemplo).
- Sustituye el tiempo de consumo por actividades significativas.
- Si hay recaídas, evita la culpa: enfócate en retomar el proceso de cambio.
Conclusión
La adicción a las drogas no es solo una cuestión de frecuencia, sino de función.
Comienza cuando se pierde el control, cuando se convierte en la única o principal forma de lidiar con la vida. Pero también puede detenerse, prevenirse y tratarse.
Desde la psicología cognitivo-conductual, el foco está en comprender los patrones, cambiar pensamientos y reforzar nuevas formas de afrontar lo que nos duele.
Nunca es tarde para tomar conciencia, buscar apoyo y comenzar un camino diferente.
Recursos útiles a explorar
- Narcóticos Anónimos: apoyo y comunidad para dejar las drogas
- Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) – Información en español
Referencias bibliográficas
- Marlatt, G. A., & Donovan, D. M. (2005). Relapse Prevention: Maintenance Strategies in the Treatment of Addictive Behaviors. Guilford Press.
- Beck, J. S. (2011). Terapia cognitiva: Teoría y práctica. Desclée de Brouwer.
- American Psychological Association (2022). Understanding addiction. https://www.apa.org
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