Cómo trabajar el amor propio
Cómo trabajar el amor propio

¿Cómo trabajar el amor propio desde lo cognitivo-conductual?

Cómo trabajar el amor propio

Muchas personas se preguntan cómo trabajar el amor propio cuando sienten que su autoestima se ve afectada por pensamientos negativos o autocrítica constante.

¿Qué es el amor propio? Desde la psicología cognitivo-conductual (CBT), el amor propio no es un concepto abstracto ni un simple ejercicio de motivación; es el resultado de identificar y transformar patrones de pensamiento y creencias disfuncionales, así como de fomentar conductas que refuercen una relación más saludable con uno mismo.

En este artículo, exploraremos cómo aplicar herramientas de la terapia cognitivo-conductual para fortalecer el amor propio y construir una autoestima sana y realista.

Cómo trabajar el amor propio
Cómo trabajar el amor propio

¿Cómo trabajar el amor propio desde lo cognitivo-conductual?

El modelo cognitivo-conductual y el amor propio

La terapia cognitivo-conductual explica que los problemas de autoestima se originan en pensamientos intrusivos negativos y creencias centrales disfuncionales como “no valgo lo suficiente” o “soy un fracaso”.

Estas creencias pueden desarrollarse en la infancia o en experiencias adversas, y al no ser cuestionadas, se convierten en filtros que distorsionan la percepción de uno mismo.

Trabajar el amor propio desde CBT implica identificar estos patrones, evaluarlos críticamente y reemplazarlos por interpretaciones más ajustadas a la realidad.

Identificar y registrar pensamientos autocríticos

El primer paso es aumentar la conciencia de los pensamientos que dañan la autoestima. Mantener un registro diario de los momentos en que surgen ideas como “no soy capaz” o “siempre lo hago mal” permite observar la frecuencia y el contexto en el que aparecen.

Esta práctica ayuda a tomar distancia de la autocrítica y reconocerla como un hábito mental, no como un hecho objetivo.

Reestructuración cognitiva: cambiar la narrativa interna

Una vez identificados los pensamientos, la reestructuración cognitiva propone analizarlos con preguntas como: ¿qué evidencia tengo de que esto es cierto? ¿hay una explicación alternativa? ¿cómo vería este pensamiento un amigo que me quiere?

Reformular “soy un desastre” como “cometí un error, pero puedo aprender de ello” es un ejemplo concreto de cómo transformar el diálogo interno.

Conductas de reforzamiento positivo

Además de trabajar con los pensamientos, la terapia cognitivo-conductual enfatiza la importancia de las conductas.

Programar actividades agradables, cuidar la higiene del sueño, practicar hobbies o desarrollar habilidades que nos hagan sentir competentes son acciones que alimentan el amor propio y generan un ciclo de refuerzo positivo entre pensamiento, emoción y comportamiento.

Afirmaciones realistas y autocompasión

A diferencia de los mantras vacíos, en CBT se utilizan afirmaciones basadas en la evidencia personal.

Frases como “estoy haciendo lo mejor que puedo” o “he superado situaciones difíciles antes” ayudan a cultivar autocompasión sin caer en la negación de los errores.

Esta práctica fortalece el amor propio al reconocer los logros y la resiliencia individual.

Sugerencias prácticas para el lector

  • Dedica unos minutos al final del día para anotar un logro, por pequeño que sea, y reflexiona sobre qué habilidades tuyas permitieron conseguirlo.
  • Cada vez que surja un pensamiento autocrítico, pregúntate: ¿es una interpretación o un hecho? Practica reformularlo en términos más objetivos.
  • Diseña una lista de actividades que te resulten agradables o significativas y planifica al menos una a la semana.
  • Habla contigo mismo como lo harías con un amigo que quieres: usa un tono de comprensión y apoyo en lugar de juicio.

Conclusiones

Saber cómo trabajar el amor propio desde la perspectiva cognitivo-conductual permite dejar de lado la idea de que la autoestima es un rasgo fijo, y comprenderla como un proceso dinámico que se fortalece con práctica constante.

A través de la identificación de pensamientos autocríticos, la reestructuración cognitiva y el fomento de conductas positivas, es posible construir un amor propio realista, flexible y resistente ante las dificultades.

Invertir en este proceso es esencial para mejorar el bienestar emocional y las relaciones interpersonales.

Links de interés

Referencias bibliográficas

  1. Beck, J. S. (2011). Terapia cognitiva: Teoría y práctica. Guilford Press.
  2. Burns, D. D. (1999). Sentirse bien: Nueva terapia para superar la depresión. Paidós.
  3. Fenn, K., & Byrne, M. (2013). The key principles of cognitive behavioural therapy. InnovAiT, 6(9), 579–585.