sesgos cognitivos en la toma de decisiones
sesgos cognitivos en la toma de decisiones

¿Cómo inciden los sesgos cognitivos en la toma de decisiones?

Sesgos cognitivos en la toma de decisiones

Tomar decisiones forma parte de nuestra vida cotidiana: desde elegir qué comer hasta definir un rumbo profesional o establecer vínculos significativos.

Sin embargo, rara vez estas decisiones se toman de forma completamente racional.

Nuestra mente emplea atajos mentales que, si bien facilitan el procesamiento de información, también pueden distorsionar la realidad.

¿Qué son los sesgos cognitivos? Estos funcionan como atajos mentales que influyen directamente en el modo en que interpretamos la información y tomamos decisiones.

Comprender los sesgos cognitivos en la toma de decisiones nos permite evaluar con más claridad nuestras elecciones, reducir errores y mejorar nuestra autonomía psicológica.

sesgos cognitivos en la toma de decisiones
sesgos cognitivos en la toma de decisiones

¿Cómo inciden los sesgos cognitivos en la toma de decisiones?

El papel de la cognición en la toma de decisiones

Desde la psicología cognitivo-conductual, la toma de decisiones se entiende como un proceso que involucra la evaluación de información, la anticipación de consecuencias y la selección de una conducta en base a objetivos, valores y creencias.

Este proceso está mediado por esquemas mentales previos, experiencias pasadas y el contexto emocional del momento.

Allí es donde los sesgos cognitivos cobran relevancia, ya que influyen en cómo se codifica, interpreta y recupera la información.

Tipos de sesgos que afectan las decisiones

Algunos de los sesgos cognitivos que más influyen en la toma de decisiones incluyen:

1. Sesgo de confirmación

Tendencia a buscar y favorecer la información que confirma nuestras creencias previas, ignorando la que las contradice.

Esto puede llevarnos a decisiones poco objetivas y cerradas al aprendizaje.

2. Aversión a la pérdida

Sobreestimamos el valor de lo que podemos perder frente a lo que podemos ganar.

Por ejemplo, evitamos invertir en una oportunidad valiosa por miedo al fracaso.

3. Exceso de confianza

Tendemos a sobrestimar nuestras habilidades o conocimientos, lo que puede llevarnos a subestimar riesgos o sobrevalorar decisiones apresuradas.

4. Anclaje

Nuestra decisión se ve influida de manera desproporcionada por la primera información recibida, incluso si no es la más relevante.

5. Efecto halo

Evaluamos un aspecto positivo o negativo de algo o alguien y lo generalizamos al resto de sus características.

Esto afecta decisiones sobre personas, productos o situaciones.

Factores emocionales que potencian los sesgos

Las emociones intensas como el miedo, la ira o la euforia amplifican los sesgos.

Por ejemplo, bajo miedo activamos el catastrofismo y evitamos decidir; bajo euforia, minimizamos riesgos.

La regulación emocional es clave para reducir el impacto de estas distorsiones.

La toma de decisiones racional vs. automática

Daniel Kahneman distingue entre dos sistemas de pensamiento:

el Sistema 1 (rápido, automático, emocional) y el Sistema 2 (lento, analítico, racional).

Los sesgos emergen principalmente en el Sistema 1, por lo que entrenar el uso del Sistema 2 mediante el pensamiento crítico y la reflexión mejora la calidad de las decisiones.

Sugerencias prácticas para el lector

  • Antes de decidir, haz una pausa consciente. Identifica si estás bajo emociones intensas.
  • Anota los pros y contras de cada opción para activar el pensamiento analítico.
  • Consulta otras opiniones para contrarrestar el sesgo de confirmación.
  • Cuestiona la primera impresión (efecto anclaje o halo).
  • Entrena la metacognición: piensa sobre tu forma de pensar y decide desde la observación consciente.

Conclusión

Los sesgos cognitivos en la toma de decisiones afectan nuestras elecciones en todas las áreas de la vida.

Aunque son parte natural del funcionamiento mental, es posible identificarlos, cuestionarlos y disminuir su impacto.

Desde la psicología cognitivo-conductual, trabajar sobre estos patrones permite tomar decisiones más alineadas con nuestros valores, reducir errores y aumentar nuestra autonomía emocional y conductual.

Recursos a explorar

Referencias bibliográficas

  1. Kahneman, D. (2011). Thinking, Fast and Slow. Farrar, Straus and Giroux.
  2. Tversky, A. & Kahneman, D. (1974). Judgment under Uncertainty: Heuristics and Biases. Science, 185(4157), 1124–1131.
  3. Beck, J. S. (2011). Cognitive Behavior Therapy: Basics and Beyond. Guilford Press.