Autoestima inestable
La autoestima inestable puede hacer que una persona oscile entre sentirse segura de sí misma y experimentar inseguridad profunda en cuestión de horas o días.
Este vaivén emocional suele estar ligado a patrones psicológicos que afectan la forma en que interpretamos nuestras experiencias y valoramos quiénes somos.
Comprender las causas de esta inestabilidad es clave para abordarla de manera terapéutica y construir una autoestima alta y duradera.
Desde la psicología cognitivo-conductual, exploraremos las razones más comunes detrás de este fenómeno, aportando claridad y herramientas prácticas para intervenir.

7 razones de una autoestima inestable
1. Dependencia del reconocimiento externo
Una de las razones más frecuentes de una autoestima inestable es basarla en la aprobación de los demás.
Cuando el autoconcepto depende de recibir elogios, likes en redes sociales o palabras de afirmación externas, cualquier crítica o ausencia de reconocimiento puede desestabilizar el sentido de valía personal.
La persona se siente bien solo si los demás lo validan.
Desde la terapia cognitivo-conductual se trabaja en fortalecer esquemas de autovaloración interna, promoviendo la idea de que la autoestima debe nacer del propio juicio equilibrado sobre uno mismo y no depender únicamente del entorno.
2. Perfeccionismo y autoexigencia
Las personas con autoestima inestable suelen tener estándares rígidos e inalcanzables.
Cuando se cumplen esos estándares, se sienten competentes; pero si fallan —aunque sea mínimamente—, el autoconcepto se desmorona.
Este patrón está asociado a pensamientos del tipo “si no soy perfecto, no valgo nada”.
El tratamiento se centra en flexibilizar estas creencias limitantes y adoptar una visión más amable, realista y tolerante con los errores, favoreciendo la autocompasión y el aprendizaje.
3. Historia de invalidación emocional
Muchos adultos con autoestima frágil crecieron en entornos donde sus emociones o logros fueron minimizados.
Comentarios como “no es para tanto” o “podrías haberlo hecho mejor” generan un modelo interno de autovaloración condicionado por el juicio ajeno.
Estas experiencias tempranas afectan la estabilidad de la autoestima en la adultez.
La psicoterapia permite resignificar estas vivencias, reconocer el impacto emocional y trabajar en reforzar un diálogo interno que afirme la valía personal sin depender de antiguas voces críticas.
4. Comparación constante con los demás
Compararse permanentemente con otras personas —especialmente en redes sociales— produce una distorsión de la realidad que alimenta la inseguridad.
Este hábito erosiona la autoestima, ya que siempre habrá alguien que parezca “mejor” en algún aspecto.
Desde el enfoque cognitivo-conductual se propone interrumpir la comparación automática y reorientar la atención hacia el progreso personal y las metas propias, fomentando una autoestima más auténtica.
5. Falta de identidad clara
Las personas con autoestima inestable pueden experimentar una sensación difusa sobre quiénes son, qué quieren o qué les gusta.
Esta falta de identidad las lleva a adaptarse al entorno para ser aceptadas, desconectándose de sus propios deseos y valores.
El proceso terapéutico ayuda a clarificar el autoconcepto, explorar intereses genuinos y establecer límites saludables, promoviendo una autoestima basada en la coherencia interna.
6. Experiencias traumáticas o de abuso
Eventos traumáticos, como el acoso escolar, el abandono o el abuso emocional, dejan huellas profundas en la autoimagen.
Estas experiencias pueden generar creencias negativas sobre el propio valor que resurgen en situaciones de vulnerabilidad, debilitando la autoestima.
A través del trabajo clínico, se puede abordar el trauma, desactivar creencias disfuncionales y fortalecer una narrativa más resiliente que permita reconstruir la autoestima con mayor estabilidad.
7. Dificultades en el manejo emocional
Una autoestima inestable también se asocia con dificultades para regular las emociones.
Cambios de humor intensos, sensibilidad al rechazo o tendencia al pensamiento dicotómico (“todo o nada”) pueden llevar a evaluar la propia valía en función del estado emocional momentáneo.
El entrenamiento en habilidades de regulación emocional y la identificación de distorsiones cognitivas son estrategias clave para estabilizar la autoestima desde el enfoque cognitivo-conductual.
Caso clínico de autoestima inestable: Nicolás y su autoestima fluctuante
Nicolás, de 28 años, acudió a terapia por una sensación constante de altibajos emocionales.
Sentía que un elogio lo motivaba por completo, pero bastaba una crítica para sentirse incapaz y desmotivado.
A través del trabajo cognitivo-conductual, se identificaron patrones de pensamiento extremos, dependencia de la aprobación y dificultad para conectar con su identidad personal.
Se trabajó en fortalecer su autovaloración interna, reducir las comparaciones y construir un diálogo interno más estable.
En pocas semanas, Nicolás comenzó a experimentar una autoestima más equilibrada y menos vulnerable a las circunstancias externas.
Sugerencias prácticas para estabilizar la autoestima
- Lleva un diario de logros personales para reforzar el reconocimiento interno.
- Practica el diálogo interno positivo y realista, reconociendo tus esfuerzos más que solo tus resultados.
- Evita cuentas en redes sociales que te hagan sentir inferior. En su lugar, sigue contenido que promueva la autenticidad y la salud mental.
- Establece rutinas de autocuidado como expresión de respeto hacia ti mismo.
- Trabaja en definir tus valores y metas personales, independientemente de lo que los demás esperen.
- Considera un proceso terapéutico para profundizar en tu historia de autoestima y sanar heridas pasadas.
Conclusión
La autoestima inestable no es una condena, sino una señal de que existen patrones de pensamiento, emociones o experiencias que merecen ser comprendidas y trabajadas. Con herramientas psicológicas adecuadas, especialmente desde la terapia cognitivo-conductual, es posible fortalecer la autovaloración de forma estable, sostenible y compasiva. Una autoestima sólida no significa sentirse bien siempre, sino saber mantener un juicio equilibrado sobre uno mismo incluso en los momentos difíciles.
Recursos a explorar
- Autoestima y regulación emocional – American Psychological Association
- Cómo mejorar tu autoestima – NHS
- ¿Cuál es la importancia del autoestima?
- Dinámicas de autoestima
Referencias bibliográficas
- Beck, J. S. (2011). Terapia cognitiva: Conceptos básicos y profundización. Desclée de Brouwer.
- Neff, K. (2015). Self-Compassion: The Proven Power of Being Kind to Yourself. HarperCollins.
- Gilbert, P. (2009). The Compassionate Mind. New Harbinger Publications.