¿Qué es el autoestima?
Hablar de autoestima no es un asunto superficial ni reservado solo a frases motivacionales.
Desde la psicología cognitivo-conductual, el autoestima se entiende como un componente esencial del bienestar mental y emocional, estrechamente ligado a la forma en que nos valoramos, pensamos sobre nosotros mismos y actuamos en consecuencia.
Pero, ¿qué es el autoestima exactamente? ¿Es posible fortalecerlo? ¿Qué lo debilita y qué lo mejora?
En este artículo abordaremos estas preguntas con fundamentos sólidos y prácticas aplicables.

¿Qué es el autoestima?
Definiendo qué es el autoestima desde la psicología
La autoestima es la evaluación subjetiva que hacemos de nosotros mismos.
No se trata solo de “sentirse bien” o tener pensamientos positivos, sino de un proceso continuo mediante el cual interpretamos nuestras experiencias, establecemos juicios sobre nuestras capacidades y desarrollamos una identidad personal.
Según Beck (2011), en la terapia cognitivo-conductual se considera que una baja autoestima proviene de esquemas negativos profundamente arraigados que condicionan nuestras interpretaciones y emociones.
Una autoestima saludable no implica creerse superior a los demás, sino reconocerse como una persona digna, capaz de cometer errores sin perder valor, y de vivir en coherencia con sus propios valores.
Es, en esencia, la base de nuestra relación con nosotros mismos.
Componentes de la autoestima
La autoestima está compuesta por varios elementos interrelacionados:
- Autoimagen: cómo nos vemos físicamente, nuestras habilidades y limitaciones.
- Autoeficacia: la creencia en nuestra capacidad para lograr objetivos y resolver problemas.
- Autorreflexión: la forma en que interpretamos nuestros errores, logros y relaciones.
- Autovaloración: el juicio global que hacemos sobre nuestro valor como personas.
Cuando alguno de estos componentes se ve afectado por creencias irracionales, críticas internas constantes o experiencias negativas no procesadas, es común que la autoestima se debilite, afectando múltiples áreas de la vida.
¿Cómo se forma la autoestima?
La autoestima se construye desde la infancia, influenciada por la calidad del apego, los mensajes que recibimos de figuras significativas, la forma en que se manejan los errores y los éxitos, y la comparación social.
Sin embargo, no está determinada de forma irreversible.
A lo largo de la vida podemos reforzar o debilitar nuestra autoestima dependiendo de nuestras experiencias, decisiones y del diálogo interno que mantenemos.
Desde el enfoque cognitivo-conductual, se trabaja modificando pensamientos intrusivos negativos, reestructurando creencias nucleares disfuncionales y fomentando conductas que refuercen una autoimagen realista y saludable.
Señales de una autoestima baja
Reconocer una autoestima deteriorada es clave para intervenir a tiempo.
Algunas señales frecuentes incluyen:
- Críticas internas constantes (“no valgo”, “todo me sale mal”).
- Dificultad para aceptar elogios o reconocimientos.
- Miedo excesivo al fracaso o al juicio ajeno.
- Evitación de desafíos o actividades sociales.
- Sentimiento persistente de no ser suficiente.
Estas manifestaciones suelen acompañarse de síntomas de ansiedad, síntomas de depresión o, incluso, síntomas de estrés.
La buena noticia es que existen herramientas clínicas y prácticas cotidianas que pueden contribuir significativamente a fortalecer la autoestima.
Sugerencias prácticas para el lector
- Escribe tus cualidades personales: cada día anota al menos una cualidad o habilidad que valores en ti. Este ejercicio entrena tu atención hacia lo positivo.
- Detecta y cuestiona pensamientos negativos: cuando surja un pensamiento como “no sirvo para esto”, escribe evidencia a favor y en contra. Busca interpretaciones más equilibradas.
- Actúa aunque tengas dudas: muchas veces, actuar con inseguridad pero avanzar refuerza más la autoestima que esperar a sentirte 100% seguro.
- Rodéate de personas que te valoren: el entorno influye. Busca relaciones que te hagan sentir visto, respetado y validado.
- Consulta con un terapeuta: si la baja autoestima interfiere con tu bienestar, la terapia cognitivo-conductual puede ayudarte a trabajar creencias disfuncionales y construir una narrativa interna más sana.
Conclusiones
Entender qué es el autoestima va mucho más allá de una simple definición.
Se trata de una construcción psicológica compleja, moldeada por nuestras experiencias y, sobre todo, por la forma en que las interpretamos.
Una autoestima sana no surge por casualidad, sino que se entrena, se cultiva y se fortalece mediante prácticas conscientes y validadas por la psicología.
Reconocer nuestras fortalezas, permitirnos fallar sin condenarnos, y actuar en coherencia con nuestros valores, son caminos concretos hacia una vida más plena y equilibrada.
Links de interés
Referencias bibliográficas
- Beck, J. S. (2011). Terapia cognitiva: Teoría y práctica. Desclée de Brouwer.
- Fennell, M. (1997). Low self-esteem: A cognitive perspective. Behavioural and Cognitive Psychotherapy, 25(1), 1-26.
- Burns, D. D. (1999). Sentirse bien: Nueva terapia cognitiva para tratar la depresión. Paidós.
- Neff, K. D. (2011). Self-Compassion: The Proven Power of Being Kind to Yourself. William Morrow.
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