Ejercicios de atención plena para niños
La atención plena para niños es una herramienta poderosa para ayudarles a desarrollar habilidades de regulación emocional, concentración y autoconciencia desde una edad temprana.
A diferencia de los adultos, los niños no siempre tienen un lenguaje complejo para describir lo que sienten o piensan, pero sí poseen una gran capacidad para conectar con el presente a través del juego, la imaginación y los sentidos.
Desde la perspectiva de la psicología cognitivo-conductual, enseñarles estrategias atencionales les permite manejar el estrés, disminuir la impulsividad y fortalecer su bienestar emocional a largo plazo.
En este artículo, exploraremos cinco ejercicios prácticos de atención plena adaptados a la infancia, que pueden implementarse en casa, en el colegio o en contextos terapéuticos.

5 ejercicios de atención plena para niños
Ejercicio 1: Respiración con el globo
Uno de los ejercicios más sencillos y efectivos para introducir la atención plena en niños es la respiración abdominal imaginando que inflan un globo gigante en su estómago.
Esta práctica conecta con el juego simbólico y permite que tomen conciencia de su cuerpo al respirar.
Invítales a colocar sus manos sobre el abdomen, cerrar los ojos e imaginar que, al inhalar, un globo se infla lentamente, y al exhalar, el globo se desinfla suavemente.
Este ejercicio no solo ayuda a regular el sistema nervioso, sino que también les da una herramienta concreta para calmarse en momentos de ansiedad o excitación.
Ejercicio 2: El frasco de la calma
El frasco de la calma es una herramienta visual poderosa para representar el estado emocional interno.
Consiste en un frasco transparente con agua, pegamento y brillantina.
Al agitarlo, los niños pueden ver cómo la brillantina se arremolina, simbolizando una mente agitada.
Observarla mientras se asienta representa el proceso de calmarse.
Este ejercicio puede acompañarse con una respiración tranquila, mientras el niño observa el frasco.
Desde una perspectiva cognitivo-conductual, se trata de una forma de asociar la observación no reactiva de los pensamientos y emociones con una experiencia sensorial concreta y accesible.
Ejercicio 3: Atención a los sonidos
Este ejercicio desarrolla la atención sostenida y la discriminación auditiva.
Consiste en pedir al niño que cierre los ojos y simplemente escuche todos los sonidos a su alrededor durante un minuto.
Puede ser el canto de los pájaros, el ruido del tráfico, una conversación lejana o el viento en las hojas.
Luego se le puede preguntar: “¿Cuántos sonidos diferentes escuchaste? ¿Cuáles estaban más cerca? ¿Cuáles eran suaves?”
Esta práctica les enseña a observar sin juzgar, una de las claves de la atención plena.
Ejercicio 4: Caminata consciente
Caminar con atención plena puede adaptarse perfectamente a la infancia como una actividad lúdica y sensorial.
Invita al niño a caminar muy lentamente en línea recta, prestando atención a cómo sus pies tocan el suelo, el movimiento de sus brazos, la sensación del aire en la piel o los sonidos alrededor.
Puedes hacerlo más divertido convirtiéndolo en un juego: “camina como un robot”, “camina como si estuvieras pisando nubes” o “camina en silencio como un ninja”.
Estas variaciones estimulan la imaginación mientras fortalecen la conciencia corporal y el enfoque sostenido.
Ejercicio 5: Escaneo corporal para niños
El escaneo corporal adaptado para niños es una manera eficaz de introducir la conciencia del cuerpo.
Pueden acostarse sobre una colchoneta o manta y cerrar los ojos.
Guiándolos con la voz, se les puede invitar a sentir distintas partes de su cuerpo: “Ahora llevamos la atención a los pies… ¿Están fríos o calientes? Ahora subimos a las piernas…”
Este ejercicio fomenta la relajación y les enseña a reconocer señales físicas asociadas al estrés, como tensión muscular o agitación.
En el enfoque cognitivo-conductual, aumentar la conciencia somática es una herramienta valiosa para prevenir respuestas automáticas desadaptativas.
Sugerencias prácticas para el lector
Para incorporar la atención plena en la rutina de los niños, es fundamental que el entorno adulto también esté dispuesto a practicarla.
Los niños aprenden observando y modelando, por lo tanto, si los padres o docentes practican junto a ellos, el aprendizaje se fortalece.
Se recomienda empezar con ejercicios breves, de 1 a 3 minutos, y no forzar la experiencia.
Es importante validar las emociones que surjan y no esperar que los niños estén tranquilos desde el primer intento.
Crear un espacio seguro, con elementos lúdicos y un lenguaje cercano, favorece una experiencia positiva.
Usar cuentos, canciones o juegos que incluyan la temática del aquí y el ahora puede enriquecer la experiencia.
Por ejemplo, se pueden usar libros infantiles que hablen sobre la respiración o la calma para introducir el tema de manera indirecta.
Conclusiones
La atención plena para niños no es simplemente una técnica de relajación, sino una forma de enseñarles a estar presentes, comprender sus emociones y responder de manera consciente a los desafíos de su entorno.
Desde una mirada cognitivo-conductual, se convierte en una herramienta de prevención y promoción de la salud mental, adaptada a las necesidades y posibilidades del desarrollo infantil.
Integrar ejercicios simples como la respiración con el globo o el frasco de la calma no solo mejora la autorregulación emocional, sino que fortalece la relación niño-adulto, creando espacios de conexión, juego y crecimiento conjunto.
Links de interés
Referencias bibliográficas
- Kabat-Zinn, J. (2005). Mindfulness for Beginners. Sounds True.
- Semple, R. J., Lee, J., Rosa, D., & Miller, L. (2010). A randomized trial of mindfulness-based cognitive therapy for children: Promoting mindful attention to enhance social-emotional resiliency. Journal of Child and Family Studies, 19(2), 218-229.
- Burke, C. A. (2010). Mindfulness-based approaches with children and adolescents: A preliminary review of current research in an emergent field. Journal of Child and Family Studies, 19(2), 133–144.