¿Una persona puede morir de depresión?
La pregunta “¿una persona puede morir de depresión?” puede parecer impactante, pero refleja una inquietud real y profundamente humana.
La depresión no es solo un estado de tristeza; es un trastorno mental grave que puede afectar todas las dimensiones de la vida, incluyendo la salud física y la posibilidad de conductas autodestructivas.
Desde la psicología cognitivo-conductual, es fundamental comprender la profundidad de este problema para poder abordarlo con eficacia.
Este artículo explora cómo la depresión puede estar asociada a un mayor riesgo de muerte, directa o indirectamente, y qué medidas pueden tomarse para prevenir desenlaces fatales.

¿Una persona puede morir de depresión?
El impacto fisiológico de la depresión
La conexión mente-cuerpo en la depresión
Desde un enfoque cognitivo-conductual, la depresión se entiende no solo como un conjunto de pensamientos y emociones disfuncionales, sino también como una condición que impacta al cuerpo.
Los niveles altos de cortisol, el debilitamiento del sistema inmunológico y los problemas cardiovasculares han sido ampliamente documentados en personas con depresión.
Estudios han mostrado que la depresión puede aumentar significativamente el riesgo de enfermedades crónicas, lo cual puede traducirse en un deterioro físico grave y contribuir a una mayor tasa de mortalidad.
Negligencia en el autocuidado
Uno de los efectos más visibles de la depresión mayor es la pérdida de interés por el autocuidado.
La persona puede dejar de comer adecuadamente, no asistir a controles médicos, consumir sustancias, o adoptar conductas de riesgo.
Este abandono prolongado del cuidado personal puede desencadenar enfermedades graves no tratadas, lo que, en algunos casos, puede tener consecuencias fatales.
Suicidio y depresión: una relación estrecha
Riesgo suicida en el trastorno depresivo mayor
El riesgo de suicidio es una de las complicaciones más graves de la depresión.
El trastorno depresivo mayor está estrechamente vinculado a pensamientos suicidas, ideación persistente e intentos de suicidio.
Según la OMS, más de 700.000 personas mueren por suicidio cada año, y un gran porcentaje de ellas padece depresión.
El sufrimiento emocional, la desesperanza y la percepción distorsionada de la realidad pueden llevar a pensar que la muerte es la única salida viable.
Señales de alerta
Es vital saber reconocer las señales de alerta: comentarios sobre la muerte, cambios bruscos en el estado de ánimo, retiro social, regalar pertenencias o escribir notas de despedida.
Desde el enfoque cognitivo-conductual, se enseña a identificar y modificar estos pensamientos mediante técnicas como la reestructuración cognitiva, y se utiliza la activación conductual para combatir la inercia depresiva.
Depresión, enfermedades médicas y mortalidad
Comorbilidad médica
La depresión frecuentemente coexiste con enfermedades como diabetes, hipertensión y enfermedades cardíacas.
Esta comorbilidad no solo complica el tratamiento de las enfermedades físicas, sino que también incrementa el riesgo de muerte.
Las personas con depresión tienen peor adherencia a los tratamientos médicos, lo que agrava su estado general de salud.
Impacto en el sistema inmunológico
La investigación sugiere que la depresión prolongada puede alterar la respuesta inmunológica del cuerpo.
Esto significa que una persona con depresión puede ser más susceptible a infecciones o tener menos capacidad para recuperarse de enfermedades, lo cual incrementa el riesgo de complicaciones fatales.
Intervenciones efectivas y prevención
Abordaje terapéutico cognitivo-conductual
Afortunadamente, la psicología cognitivo-conductual ofrece tratamientos eficaces para reducir el riesgo asociado a la depresión.
A través de técnicas como la activación conductual, el entrenamiento en habilidades sociales, la reestructuración cognitiva de pensamientos negativos y la planificación de actividades significativas, se puede lograr una mejora sustancial en la calidad de vida del paciente.
Prevención del suicidio y atención temprana
Intervenir tempranamente es clave.
Los terapeutas deben evaluar el riesgo suicida de manera sistemática y generar planes de seguridad en conjunto con el paciente.
El acompañamiento psicológico, junto con el soporte familiar y, en algunos casos, la medicación antidepresiva, puede ser determinante para salvar una vida.
Sugerencias prácticas para el lector
- Si estás experimentando síntomas de depresión, busca ayuda profesional cuanto antes. No estás solo.
- Mantén una rutina diaria con actividades significativas, aunque sientas desmotivación al inicio.
- Identifica y cuestiona los pensamientos intrusivos negativos con ayuda de un terapeuta.
- Mantén contacto con personas de confianza. Hablar de tus emociones puede aliviar la carga interna.
- No ignores señales de alerta suicida en ti o en otros. Llama a un servicio de urgencia o contacta a un profesional inmediatamente.
- Si estás en tratamiento, sigue las indicaciones terapéuticas y médicas con constancia.
Conclusiones
La respuesta es clara: sí, una persona puede morir de depresión, ya sea directa o indirectamente.
El suicidio es una amenaza real en los cuadros depresivos graves, y las consecuencias físicas de este trastorno también pueden afectar gravemente la salud.
Desde la perspectiva cognitivo-conductual, la prevención, detección temprana y el tratamiento adecuado son esenciales para evitar desenlaces trágicos.
La depresión no es una debilidad, sino una condición tratable.
Actuar a tiempo puede salvar vidas.
Links de interés
- Frases para salir de depresión
- 7 estrategias para prevención de depresión
- Prevención del suicidio – Organización Mundial de la Salud
- Depresión y salud física – Instituto Nacional de la Salud Mental
Referencias bibliográficas
- American Psychiatric Association. (2022). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5-TR™).
- Beck, J. S. (2020). Terapia cognitiva: conceptos básicos y profundización. Ediciones Paidós.
- World Health Organization. (2021). Suicide worldwide in 2019: global health estimates.
- Cuijpers, P., et al. (2014). Psychological treatment of depression in primary care: a meta-analysis. British Journal of General Practice, 64(623), e284-e291.