Síntomas de estrés y ansiedad
Muchas personas se preguntan si están estresadas, ansiosas o ambas cosas a la vez.
La confusión entre estos estados es muy común, ya que comparten varias manifestaciones tanto físicas como emocionales.
Comprender qué tienen en común los síntomas de estrés y ansiedad puede ayudarte a identificar con mayor claridad lo que te ocurre y dar los pasos adecuados para sentirte mejor.

¿Qué tienen en común los síntomas de estrés y ansiedad?
¿Por qué se confunden los síntomas de estrés y la ansiedad?
Aunque el estrés y ansiedad no son lo mismo desde una perspectiva clínica, ambos se activan como respuesta ante situaciones que percibimos como amenazantes o demandantes.
El estrés suele ser una reacción temporal frente a un desafío externo, mientras que la ansiedad tiende a mantenerse incluso cuando el peligro ha pasado.
Sin embargo, en la práctica, muchas veces se experimentan de forma simultánea y con síntomas similares que dificultan su distinción.
Ambos procesos comparten una activación del sistema nervioso autónomo, particularmente del sistema simpático.
Esto genera una serie de respuestas fisiológicas que pueden parecer idénticas: palpitaciones, sudoración, tensión muscular, dolor en el pecho por ansiedad, entre otras.
Además, desde la perspectiva cognitivo-conductual, tanto el estrés como la ansiedad se alimentan de pensamientos anticipatorios, creencias disfuncionales y respuestas de evitación.
Principales síntomas de estrés y la ansiedad comunes entre sí
Desde el enfoque cognitivo-conductual, se puede observar un patrón de síntomas comunes en personas que experimentan ansiedad o estrés.
Estos síntomas suelen clasificarse en tres dimensiones: físicas, cognitivas y conductuales.
Manifestaciones físicas
- Palpitaciones o taquicardia
- Tensión muscular, especialmente en cuello y espalda
- Dolor de cabeza o molestias gastrointestinales
- Fatiga persistente
- Problemas de sueño (insomnio o sueño interrumpido)
- Sensación de ahogo o dificultad para respirar
Estas reacciones se producen porque el cuerpo interpreta que está en peligro y se prepara para una respuesta de lucha o huida.
En ambos casos, la activación del eje hipotálamo-hipófiso-adrenal libera cortisol –hormona de la ansiedad y del estrés- y adrenalina, aumentando el estado de alerta.
Síntomas cognitivos
- Pensamientos intrusivos, repetitivos o rumiativos
- Dificultad para concentrarse
- Sensación de agobio constante
- Miedo o ansiedad anticipatoria o preocupación excesiva
- Pensamientos catastróficos (“no voy a poder”, “esto va a salir mal”)
Estos pensamientos no solo aumentan la percepción de amenaza, sino que también generan una retroalimentación negativa que intensifica los síntomas físicos de ansiedad y de estrés.
Comportamientos comunes
- Evitación de situaciones temidas o exigentes
- Irritabilidad y baja tolerancia a la frustración
- Hipervigilancia del cuerpo o del entorno
- Consumo de sustancias (como cafeína o alcohol) para calmarse que puede llevar a desarrollar alguna adicción a las drogas.
- Aislamiento o disminución de actividades placenteras
Tanto en el estrés como en la ansiedad, estos comportamientos refuerzan el malestar y dificultan la regulación emocional, aumentando la probabilidad de cronificación.
Diferencias importantes a considerar de los síntomas de estrés y ansiedad
A pesar de sus similitudes, hay diferencias clave entre el estrés y la ansiedad que no deben pasarse por alto.
El estrés suele tener una causa identificable: un examen, una fecha límite, una discusión.
En cambio, la ansiedad puede aparecer sin un detonante claro o mantenerse a pesar de que el problema haya desaparecido.
Otra diferencia radica en su duración.
El estrés puede ser agudo y resolverse al terminar el evento estresante, mientras que la ansiedad tiende a volverse más persistente, afectando distintas áreas de la vida y generando un impacto emocional más profundo.
Comprender esta distinción es esencial para abordar correctamente el malestar.
En algunos casos, el estrés mal gestionado puede derivar en un trastorno de ansiedad, especialmente si se mantiene en el tiempo o se combina con otros factores psicológicos vulnerables.
¿Qué hacer si identificas estos síntomas de estrés y ansiedad?
El primer paso es observar tus patrones de pensamiento, tus reacciones físicas y tus conductas frente a las demandas del entorno.
Si notas que tu cuerpo está en constante tensión, tus pensamientos no paran y evitas situaciones por miedo o agotamiento, es muy probable que estés atravesando una combinación de estrés y ansiedad.
Desde la terapia cognitivo-conductual, se trabaja en identificar los pensamientos intrusivos disfuncionales, cuestionar sus fundamentos y reemplazarlos por interpretaciones más realistas.
Además, se entrenan habilidades de afrontamiento, como la solución de problemas, la exposición gradual a situaciones temidas y técnicas de relajación.
La psicoeducación también cumple un rol fundamental: comprender cómo funciona tu mente y tu cuerpo te permite recuperar el control y generar respuestas más adaptativas.
A esto se suman estrategias como la respiración diafragmática, la atención plena (mindfulness) y el entrenamiento en autocompasión.
Sugerencias prácticas para el lector
- Registra tus síntomas. Lleva un diario durante una semana anotando lo que sientes, piensas y haces cuando te sientes mal.
- Haz pausas activas. Tómate 5 minutos cada 2 o 3 horas para respirar profundo y estirarte.
- Reduce el uso de pantallas antes de dormir, ya que interfieren con tu descanso y aumentan la activación fisiológica.
- Evita automedicarte para controlar los síntomas. Aunque pueda darte alivio momentáneo, puede agravar el problema a largo plazo.
- Busca apoyo psicológico profesional si sientes que los síntomas interfieren con tu calidad de vida. No tienes que enfrentar esto solo.
Conclusión
Los síntomas de estrés y ansiedad comparten una base fisiológica y psicológica común, lo que muchas veces genera confusión entre ambos.
No obstante, entender sus similitudes y diferencias permite una intervención más precisa y efectiva.
El acompañamiento profesional, sumado a cambios en el estilo de vida y técnicas de regulación emocional, puede ayudarte a recuperar tu bienestar.
Recursos útiles a explorar
- Guía para manejar el estrés y la ansiedad – Clínica Mayo
- ¿Qué es el estrés? – Instituto Nacional de Salud Mental (NIH)
- ¿Cómo diferenciar si es estrés o ansiedad?
Referencias bibliográficas
- Barlow, D. H. (2002). Anxiety and its disorders: The nature and treatment of anxiety and panic. Guilford Press.
- Clark, D. A., & Beck, A. T. (2012). The anxiety and worry workbook: The cognitive behavioral solution. Guilford Press.
- Lazarus, R. S., & Folkman, S. (1984). Stress, appraisal, and coping. Springer Publishing Company.