síntomas de estrés
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Síntomas de estrés según DSM-V

Síntomas de estrés

El estrés es una experiencia común en la vida moderna, pero no siempre sabemos reconocer cuándo se ha vuelto clínicamente significativo.

Para ello, existen criterios diagnósticos que permiten identificar si los síntomas exceden lo esperable.

En este artículo, abordaremos los síntomas de estrés según el DSM-V, el manual de referencia utilizado por profesionales de la salud mental para clasificar los trastornos psicológicos.

Comprender esta información permite distinguir entre una respuesta adaptativa y una que requiere atención clínica, desde una perspectiva cognitivo-conductual.

síntomas de estrés
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¿Cómo define el DSM-V el estrés?

El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V) no clasifica al “estrés” como un trastorno independiente, pero sí reconoce varias condiciones en las que el estrés es el desencadenante central, como el:

Por eso, para comprender los síntomas de estrés desde el DSM-V, es necesario revisar las categorías diagnósticas donde esta respuesta aparece como eje clínico.

Principales diagnósticos asociados a los síntomas de estrés en el DSM-V

Trastorno de adaptación

Este diagnóstico se utiliza cuando una persona reacciona ante un estresor identificable con un malestar emocional o comportamental desproporcionado.

Los síntomas deben comenzar dentro de los tres meses posteriores al evento estresante.

Criterios centrales:

  • Estado de ánimo depresivo o ansiedad.
  • Sensación de desesperanza.
  • Alteraciones en el sueño o apetito.
  • Dificultades en el desempeño diario (laboral, académico o familiar).
  • Malestar subjetivo significativo.

Trastorno por estrés agudo

Este trastorno aparece tras la exposición a un evento traumático, ya sea de forma directa o indirecta.

Los síntomas duran entre 3 días y 1 mes después del suceso.

Criterios sintomáticos:

  • Pensamientos intrusivos: recuerdos angustiosos, pesadillas, flashbacks.
  • Evitación: evitar lugares, personas o situaciones relacionadas con el trauma.
  • Alteración del estado de ánimo: emociones negativas persistentes como miedo o culpa.
  • Disociación: sensación de desconexión de uno mismo o del entorno.
  • Hiperactivación: dificultad para dormir, irritabilidad, hipervigilancia (símiles a sintomas de ansiedad).

Trastorno por estrés postraumático (TEPT)

Cuando los síntomas se extienden más allá del mes, se considera la posibilidad de TEPT, caracterizado por una persistente sensación de amenaza y alteración funcional significativa.

Criterios principales:

  • Reexperimentación del trauma (sueños, imágenes, recuerdos intrusivos).
  • Evitación persistente de estímulos asociados al trauma.
  • Alteraciones negativas en cogniciones y estado de ánimo.
  • Respuesta fisiológica alterada: sobresaltos, la irritabilidad, el insomnio.

Síntomas de estrés reconocidos por el DSM-V

Aunque el DSM-V categoriza el estrés dentro de trastornos específicos, los siguientes síntomas emocionales, físicos y cognitivos son comunes en los cuadros relacionados con estrés:

Síntomas emocionales

  • Ansiedad persistente
  • Irritabilidad o agresividad
  • Apatía o desgano
  • Labilidad emocional (cambios bruscos de humor)
  • Sentimiento de sobrecarga

Síntomas físicos

  • Dolores musculares
  • cefaleas tensionales
  • Problemas digestivos sin causa médica clara
  • Tensión corporal
  • Palpitaciones o taquicardia
  • Fatiga constante

Síntomas cognitivos

  • Dificultad para concentrarse
  • Pensamientos catastróficos u obsesivos
  • Problemas de memoria reciente
  • Sensación de desconexión con el entorno
  • Juicio distorsionado ante situaciones cotidianas

Estos síntomas pueden variar en intensidad y duración.

Su aparición, en respuesta a un evento externo que supera la capacidad percibida de afrontamiento, es lo que transforma el estrés en un tema clínicamente relevante.

¿Qué rol juega la psicología cognitivo-conductual frente a los síntomas de estrés?

Desde la perspectiva cognitivo-conductual, el estrés no depende solo del evento externo, sino de cómo lo interpretamos y enfrentamos.

El modelo ABC de Ellis (Acontecimiento – Creencia – Consecuencia) explica que el impacto del estresor está mediado por nuestros pensamientos intrusivos, creencias centrales y estilos de afrontamiento.

Los programas de intervención suelen centrarse en:

Este enfoque permite no solo reducir síntomas, sino también fortalecer la resiliencia y prevenir recaídas.

Sugerencias prácticas para el lector

  • Identifica los síntomas que estás experimentando y si se relacionan con una situación estresante reciente.
  • Evalúa si estos síntomas están afectando tu funcionalidad diaria.
  • Lleva un registro diario de emociones, pensamientos y conductas ante situaciones estresantes.
  • Practica técnicas de relajación como la respiración diafragmática o el escaneo corporal (body scan).
  • Consulta con un profesional si los síntomas persisten más de un mes o interfieren con tu vida cotidiana.

Conclusión

Reconocer los síntomas de estrés según el DSM-V permite distinguir entre una respuesta normal ante la presión y una condición que requiere intervención clínica.

El estrés, cuando se prolonga o se intensifica, puede convertirse en un problema psicológico relevante.

Por eso, es fundamental estar atentos a sus señales, comprender su origen y abordarlo con estrategias basadas en evidencia, como las que ofrece la terapia cognitivo-conductual.

Recursos útiles para explorar

Referencias bibliográficas

  1. American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (5th ed.).
  2. Beck, J. S. (2011). Terapia cognitiva: Conceptos básicos y profundización. Desclée de Brouwer.
  3. Barlow, D. H. (2002). Anxiety and its disorders: The nature and treatment of anxiety and panic. Guilford Press.

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