Apego evitativo y apego ansioso
Las relaciones afectivas son una de las áreas donde más intensamente se manifiestan nuestras heridas emocionales.
Entre los estilos vinculares más estudiados por la psicología contemporánea destacan el apego evitativo y apego ansioso.
Aunque parecen polos opuestos, muchas veces estos dos tipos de apego al vincularse terminan encontrándose… y chocando. Pero, ¿cómo funciona realmente esta dinámica?
Comprender cómo interactúan estos estilos es clave para quienes desean mejorar su bienestar emocional y construir relaciones más seguras.

¿Qué es el apego ansioso?
El apego ansioso se caracteriza por una necesidad intensa de cercanía, aprobación y validación por parte de la pareja.
Las personas con este estilo temen el abandono, interpretan la distancia como rechazo y suelen anticipar rupturas.
Este patrón suele surgir en la infancia, cuando el cuidador fue inconsistente: a veces disponible, a veces ausente.
Desde la perspectiva cognitivo-conductual, quienes tienen apego ansioso presentan esquemas disfuncionales relacionados con la autoestima, la dependencia emocional y la percepción del rechazo, lo que genera conductas como la sobreexpresión emocional, la vigilancia constante y la búsqueda excesiva de contacto.
Profundiza más sobre ¿Qué es el apego ansioso?
¿Qué es el apego evitativo?
En el otro extremo encontramos el apego evitativo, marcado por una fuerte necesidad de independencia, dificultad para confiar y resistencias a la intimidad emocional.
Estas personas suelen minimizar sus emociones y evitar el contacto emocional profundo.
A menudo, provienen de entornos donde se desalentó la expresión afectiva o donde la vulnerabilidad fue castigada.
A nivel cognitivo, el evitativo presenta esquemas de autosuficiencia exagerada y desconfianza hacia los demás.
Su estrategia es desconectarse emocionalmente como forma de protección.
¿Por qué se atraen el apego evitativo y apego ansioso?
Paradójicamente, estos estilos tienden a encontrarse con frecuencia.
¿La razón? Cada uno activa los esquemas disfuncionales del otro.
Para el ansioso, el evitativo representa un desafío: alguien difícil de alcanzar que intensifica su necesidad de ser visto.
En cambio, para el evitativo, el ansioso confirma su creencia de que el afecto implica invasión y pérdida de autonomía.
Este vínculo se sostiene en una danza de acercamiento y retirada. Cuando el ansioso se acerca, el evitativo se aleja.
Esto intensifica la ansiedad de uno y la evasión del otro.
El ciclo se perpetúa a menos que ambos desarrollen conciencia de sus patrones.
¿Puede funcionar una relación entre apego evitativo y apego ansioso?
Sí, pero requiere trabajo emocional profundo.
La clave está en que ambos estilos puedan moverse hacia un apego seguro.
Esto implica que el ansioso aprenda a regular su ansiedad sin sobredependencia, y que el evitativo se abra gradualmente al contacto emocional sin huir.
La terapia de pareja y el trabajo personal son herramientas fundamentales.
Desde una intervención cognitivo-conductual, es útil identificar los pensamientos intrusivos que sostienen estos estilos (por ejemplo: “si no me llama, es que no me quiere” o “si me acerco, me van a controlar”) y reemplazarlos por interpretaciones más realistas.
También se trabaja en la exposición emocional, el desarrollo de habilidades de comunicación asertiva y la práctica de la autorregulación emocional.
Conclusión
La relación entre apego evitativo y apego ansioso puede ser una fuente de sufrimiento si no se comprende a fondo.
Sin embargo, también puede convertirse en un espacio de crecimiento si ambos miembros se comprometen con su propio desarrollo emocional.
Al transformar la dinámica reactiva por una relación consciente, es posible construir vínculos más sanos, seguros y respetuosos.
Recursos útiles a explorar
Referencias bibliográficas
- Mikulincer, M., & Shaver, P. R. (2007). Attachment in adulthood: Structure, dynamics, and change. Guilford Press.
- Johnson, S. M. (2008). Hold Me Tight: Seven Conversations for a Lifetime of Love. Little, Brown Spark.
- Cassidy, J., & Shaver, P. R. (Eds.). (2016). Handbook of Attachment: Theory, Research, and Clinical Applications. Guilford Press.